TIENDA DE RAYA...

CARTA ABIERTA A LA ESPOSA DE ÍÑIGO LAVIADA,

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA MUNICIPAL DE TUXPAN, VER.

Estimada Ana:
Espero no te moleste que haga llegar esta respuesta a todos los medios. Había prometido “voto de castidad electoral” ante este proceso en ciernes. Pero la solidaridad ante el problema que hoy enfrenta tu familia me empujó otra vez a escribir.

Es lamentable que hayan invadido, nuevamente, el rancho de la familia Laviada Hernández ubicado en Potrero del Llano. Los motivos, te dirán muchos y varios. La verdad, es que con este problema, buscan frenar a Íñigo en su camino a la Presidencia Municipal de Tuxpan. Lo quieren entretener con este conflicto para que desatienda su campaña, por la simple razón que va en el mismo carro de Miguel Ángel Yúnez Linares.
¿Quiénes orquestaron la invasión del Rancho El Gallo?
Tal vez los mismos que mataron a la mamá de Bambi, a Colosio o a los niños de la Guardería ABC. Nunca lo sabremos con certeza pero es fácil suponerlo: están en juego tantos intereses en este cambio de gobernador del Estado de Veracruz, que quienes se sientan afectados sacarán las uñas y harán lucir todo su poder y corrupción para proteger sus mezquinos intereses.

Me solidarizo contigo, Ana, porque esta película de hostigamiento ya la ví. Hace tres años, mi esposo contendió como candidato por el PRD a la Diputación por el Distrito Local de Chicontepec. Perdimos las elecciones, y también perdimos la tranquilidad en la vida de nuestra familia. A mi esposo lo metieron a la cárcel, a mi me iniciaron un juicio por “abuso de autoridad” que duró cuatro años, con el resultado de una sentencia de tres años que pude conmutar por quince mil pesos para no quedarme en el Reclusorio de Chicontepec un buen rato (yo trabajé como asesora jurídica del Presidente de Ixhuatlán de Madero en el periodo 2005-2007).
Ah, y como si esto fuera poco, nos quemaron cinco hectáreas de naranja en producción, parte de un pequeño rancho de veinte hectáreas que compramos en el año 2000 en Ixhuatlán de Madero, con mucho sacrificio. Sembramos y cuidamos la naranja para forjarle un patrimonio a nuestros hijos. Y nos lo quemaron, Ana.

¿Y el culpable? Bien gracias. Tiene orden de aprehensión pero hasta la fecha los quinientos mil pesos que perdimos nadie nos lo ha reparado. Ni lo harán.

No confíes en la “justicia” del Estado de Veracruz. Sólo funciona, y muy bien, sólo cuando sirve a quienes detentan el poder. Quienes luchamos del otro lado por combatirlos, no tenemos esperanza alguna de que la ley nos proteja. Tú tienes la bendición de pertenecer a una familia con poder. Pues úsalo. En este país donde una de las profesiones más peligrosas es el ejercicio del periodismo y del derecho (hoy los abogados son el blanco favorito del crimen organizado en Durango), el espíritu de la ley sólo protege a quien tiene dinero o poder.
Te envió a través de esta carta un abrazo solidario y bendiciones para ti y tu familia. Que Dios los ilumine para que puedan enfrentar esta dura prueba, y que salgan victoriosos de ella.
Yo seguiré sin escribir. No tengo ganas de dar una paseadita de 20 horas como la que le dieron a Lidia Cacho por abrir su bocota. Y tampoco tomaré mas fotos de ti y de tu apreciable familia. No quiero que las sigan uitilizando para hacer videos cobardes, que exigen honestidad pero que se esconden en el cobarde anonimato.

Me quedo en casa a hacer sopita de fideo. Nos vemos después del 04 julio, esperando poder saludarlos en la toma de posesión de Íñigo Laviada como el próximo presidente municipal de Tuxpan, Ver.
Con sincero aprecio:
Ime.