Por: Tere Quintanilla
Los tuxpeños poseen un hermoso río, orgullo de quienes habitan aquí en el municipio, envidia de los visitantes. Es un atractivo natural que se puede explotar para que infinidad de turistas acudan a estas tierras. Sin embargo, las descargas que cotidianamente se hacen a sus afluentes, así como la que viene viajando desde las partes altas, lo están dañando, destruyendo, perjudicando la belleza que lo caracteriza.
Por si fuera poco, la reciente fiesta de carnaval, sirvió solo para que infinidad de jóvenes y adultos, tiraran botellas, plásticos, vasos de unisel, latas, etc. De tal forma que ese gran caudal de agua, ahora resienten los agentes contaminantes que están matando la forma de vida y los ecosistemas que ahí se desarrollan.
Diversas voces de ecologistas, señalaron a este medio, la necesidad de implementar un programa ambiental permanente que tenga como objetivo rescatar la naturaleza, y todo lo que en ese espacio de manera natural crece, buscar el equilibrio ecológico, indicaron que todavía se está a tiempo de salvarlo, de lo contrario, con el paso del tiempo y de los años, solo se podrán observar piedras, sequía y un lugar en donde abunde la muerte de diferentes especies marinas.
Comentaron que es necesario fomentar en el estudiantado el amor a la vida, el respeto al entorno que los rodea, sobre todo el cuidado del agua, ese líquido que sufrirá graves consecuencias si no se vigila su uso racional.
Desde el nivel preescolar y de primarias es indispensable inculcar la cultura ecológica, principalmente de quienes habitan y se desarrollan en este punto geográfico, en donde se cuenta con la fortuna de tener una enorme variedad de vida orgánica.
Explicaron que en años anteriores, los alumnos de nivel medio superior, se dedicaban a organizar actividades de limpieza, tales acciones tienen que estar acompañadas de la colaboración de las autoridades de limpia pública, de organismos sociales como el Club Rotario, las instituciones educativas como el CETMAR, la Universidad Veracruzana. En esta noble causa de la recuperación del río, todos los sectores se deben sumar para no perder esa grandeza con la que afortunadamente todavía se cuenta.
Los tuxpeños poseen un hermoso río, orgullo de quienes habitan aquí en el municipio, envidia de los visitantes. Es un atractivo natural que se puede explotar para que infinidad de turistas acudan a estas tierras. Sin embargo, las descargas que cotidianamente se hacen a sus afluentes, así como la que viene viajando desde las partes altas, lo están dañando, destruyendo, perjudicando la belleza que lo caracteriza.
Por si fuera poco, la reciente fiesta de carnaval, sirvió solo para que infinidad de jóvenes y adultos, tiraran botellas, plásticos, vasos de unisel, latas, etc. De tal forma que ese gran caudal de agua, ahora resienten los agentes contaminantes que están matando la forma de vida y los ecosistemas que ahí se desarrollan.
Diversas voces de ecologistas, señalaron a este medio, la necesidad de implementar un programa ambiental permanente que tenga como objetivo rescatar la naturaleza, y todo lo que en ese espacio de manera natural crece, buscar el equilibrio ecológico, indicaron que todavía se está a tiempo de salvarlo, de lo contrario, con el paso del tiempo y de los años, solo se podrán observar piedras, sequía y un lugar en donde abunde la muerte de diferentes especies marinas.
Comentaron que es necesario fomentar en el estudiantado el amor a la vida, el respeto al entorno que los rodea, sobre todo el cuidado del agua, ese líquido que sufrirá graves consecuencias si no se vigila su uso racional.
Desde el nivel preescolar y de primarias es indispensable inculcar la cultura ecológica, principalmente de quienes habitan y se desarrollan en este punto geográfico, en donde se cuenta con la fortuna de tener una enorme variedad de vida orgánica.
Explicaron que en años anteriores, los alumnos de nivel medio superior, se dedicaban a organizar actividades de limpieza, tales acciones tienen que estar acompañadas de la colaboración de las autoridades de limpia pública, de organismos sociales como el Club Rotario, las instituciones educativas como el CETMAR, la Universidad Veracruzana. En esta noble causa de la recuperación del río, todos los sectores se deben sumar para no perder esa grandeza con la que afortunadamente todavía se cuenta.
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