Por: Imelda Torres Sandoval
jurisagro@yahoo.com.mx
Resolví mi conflicto existencial con el mundo que traía atravesado desde hace casi un año, con la siguiente historia que hoy me contaron.
Gracias Maestro Fausto Villegas por tan sabias palabras:
Un buen día, un pollito se topó con una zorra.
La zorra, amenzante, le advirtió: ¡Te voy a devorar!
El pollito huyó despavorido, y la zorra, veloz, corrió detrás de él. En su huída, el pollito se topó con una vaca, que en ese momento, estaba defecando. Al pobre pollito le cayó un mojón de mierda encima, que lo cubrió por completo.
La zorra, desconcertada, no sabía donde pudo haberse ocultado el pollito, que desapareció ante sus ojos de repente.
El pollito no pudo soportar estar entre la mierda de la vaca, por lo que soltó un chillido. De esa manera, la zorra lo descubrió, lo llevó a un arroyo cercano para lavarlo, y se lo comió.
De esta fábula, tenemos tres moralejas:
La primera, NO TODO EL QUE TE ENSUCIA ES TU ENEMIGO.
La segunda, NO TODO EL QUE TE LIMPIA ES TU AMIGO.
Y la tercera, CUANDO ESTÉS HASTA EL CUELLO DE MIERDA, NO DIGAS NI PÍO.
Así que, nos vemos en la próxima tienda de raya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario