Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com
Xalapa no tiene futuro democrático en el corto plazo, por lo menos en los próximos tres años, ya que, a golpes de dinero y trampas, se impusieron los intereses de siempre. Asistimos a la renovación del gobierno municipal por medio de una elección anacrónica y brutalmente inequitativa: cobertura parcial en medios, autoridad electoral sin autonomía, aparatos públicos en funciones electorales y uso desproporcionado y obscuro del dinero; se puede afirmar que el PRI en lugar de ganarla compró la elección.
En el caso de Xalapa estamos ante un proyecto mediático, empresarial y político que encabeza la señora Elizabeth Morales. Es un proyecto hueco que no propone nada de interés social y de superación real de los verdaderos problemas del municipio. No es casual ni ingenuo que se inviertan tantos años y tantos millones para posicionar a esta persona de la cual, poco a poco, se irán revelando sus verdaderos objetivos así como sus poderosos y facciosos promotores. Es evidente que la consigna era llenarla de votos, reales o ficticios, elevarla de tal manera que se le pueda presentar, desde ahora, como un fenómeno político para los efectos que se gusten.
En Xalapa se mayoriteó con votos del hambre y la ignorancia, lejos de toda buena intención democrática, de espaldas a la conciencia y participación ciudadana; se impusieron el circo y los personajes de papel.
El Instituto Electoral Veracruzano es un desastre, más allá de la sospecha justificada que lo rodea tuvimos que padecer sus deficiencias y sus actitudes dolosas. Instalaron tarde las casillas, les acomodaron funcionarios con inclinación partidista, los sustituyeron cuando quisieron, el PREP se quedo en un 60%, muchas actas eran ilegibles, el computo municipal no incluyó la indispensable apertura de por lo menos 100 casillas y se basó, en ausencia de las principales, en las actas del PRI. Evidentemente lograron ajustar los resultados a su gusto con el propósito de inflar a la candidata oficial y, de paso, al partido Verde para que le correspondiera una regiduría.
El próximo cabildo será de abrumadora mayoría priísta, si se le agrega un hipotético pacto con el PAN prácticamente estarían cerrando un esquema bipartidista, excluyente por definición; se habla de acuerdos al respecto entre un ala de la dirigencia panista e importantes funcionarios estatales. Lo peor de todo es que, tanto el PAN como el PRI, pero principalmente este último, no traen proyecto democrático, social y de legalidad. Vamos hacia tres años perdidos en esos temas.
La Xalapa real es la que sobrevive sin ley, la del taxista asesinado a la cinco de la tarde en zona céntrica, la del despojo de cuatro mil metros con la complicidad del Tribunal de Justicia, la Procuraduría e INVIVIENDA; pero también la de las bandas del juego “de la bolita” que a todas horas y en todos lugares esquilman a pobres e inocentes ciudadanos con la obvia y descarada complicidad de la policía intermunicipal. Con la victoria del dinero viene mayor deterioro ciudadano de Xalapa, mayor ilegalidad y cancelación en el fondo de proyectos con visión de futuro. Con la nueva administración tendremos mucha publicidad y mucha manipulación. Lamentablemente la mayoría de los que votaron solo pensaron en el regalo inmediato, en el dinero que les redituaba hacerlo o en los intereses de los grupos de presión y las redes clientelares de siempre.
Tengo la satisfacción de haber participado en esta campaña, lo hice en forma austera y contra todas las adversidades que representan las maquinarias de dinero y la polarización electoral. Recibimos al PRD en cuarto lugar, con seis mil votos, y a la última candidatura –hace un año- en el quinto lugar. A pesar del ambiente de desastre en que se encontraba el PRD y de la muy mala imagen que han dado algunos dirigentes y seudorepresentantes populares, como los corruptos que avalaron este IEV, llevamos al PRD al tercer lugar alcanzando, por sí solo, casi once mil votos; sumándole los de Convergencia y los del PT andamos cerca de los veinte mil votos. Es de verse en positivo ese resultado y, sobre todo, valorar el espacio, la simpatía y el potencial que como izquierda tenemos en Xalapa. Invariablemente el futuro del PRD está en ser un partido real, con identidad y opositor; un partido de verdad, con ideas y prestigio; lejos de la simulación y la bufonería.
En una elección concurrente los resultados ya no dependen exclusivamente de alguna candidatura; el ambiente y las tendencias electorales están fuera de nuestro alcance.
Recadito: Expreso mi más amplio reconocimiento a Dante Delgado, Lic. José Luis Lobato Campos y a Pepe Valencia, por su solidaridad; son personas dignas y leales que merecen todo nuestro respeto.
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