sábado, 14 de agosto de 2010

MUCHOS SE REGISTRAN, POCOS VAN A VOTAR



Por: Tere Quintanilla/ Orlando Segura Hervert.

Algo tendrán que hacer los partidos políticos y el propio Instituto Federal Electoral porque cada vez que llaman a registrarse y así poder obtener la credencial para votar, las colas son enormes, grandes aglomeraciones se presentan, pero a la hora de sufragar, pocos acuden a las urnas a cumplir con su deber cívico, lo que demuestra que la mayoría de la gente solo utiliza la identificación para hacer algunos pagos en los bancos, ó para tramitar cualquier asunto en las dependencias federales, estatales o municipales.

Durante la semana y en la mañana, cientos de ciudadanos tuxpeños se formaron y de esta forma presentaron diversos papeles para obtener la famosa credencial, algunos de ellos jóvenes, pero otro sector importante procedió a renovar la 03, misma que en las elecciones federales del 2006 no podrán emitir su preferencia electoral por ningún candidato. Así las cosas, la gente se muestra desconfiada hacia los procesos para renovar a los representantes populares, llámense alcaldes, diputados federales, senadores o presidente de la república.

Tanto el Registro Federal de Electores como el Instituto Electoral Veracruzanos, dieron a conocer en su oportunidad que en Tuxpan se contaba con un padrón de 96 mil 645 ciudadanos, pero de esta cifra solo 48 mil personas tomaron conciencia de su responsabilidad, dejaron de hacer algunas ocupaciones familiares ó religiosas y se dirigieron a las respectivas casillas para emitir su preferencia el pasado 4 de julio.

Sin embargo no se está justificando el gasto y presupuesto destinado para las nuevas micas y todo lo que ella conlleva, porque se destinas recursos para que las personas en edad de votar lo puedan hacer, pero resulta que mas del 50 por ciento, se queda en la comodidad del confort y prefiere que otros decidan por él, el abstencionismo está cuestionando el funcionamiento de las instituciones, de los partidos y de los políticos porque la colectividad ya no los ve con buenos ojos, no entiende sus discursos y le tiene desconfianza.

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