sábado, 4 de septiembre de 2010

GABINETITO


Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com

La política veracruzana todavía es bastante provinciana, más pragmática que de ideas, de pocos compromisos sociales y con no pocos rasgos “chicharroneros “. Con esas “cualidades “nadie se debe extrañar de que gran parte de su quehacer sea la especulación, un día sí y otro también. La moda del actual momento político es sugerir o adivinar sobre aquellos personajes que integrarían el gabinete del eventual gobernador Duarte. Que fulanito va a ser por que ya tomó café con el electo, que zutanito llegará por que aportó muchos votos y que perenganito es el funcionario que todo Veracruz esperaba.
Cualquiera nos podríamos preguntar sobre la importancia de dicho gabinete que, por las caras que se asoman, más bien sería un gabinetito. La verdad es que más haya de su familia y amigos para la inmensa mayoría de los veracruzanos es irrelevante si queda uno o queda otro. Es un tema poco trascendente que brilla ante la precariedad cultural y política de Veracruz.
Decirlo es una obviedad pero van a ser los que tengan que ser, aquellos que por lo menos reciban el visto bueno del que será su jefe máximo. Más haya del perfil, los meritos y las trayectorias ocuparan los espacios principales en la nueva administración estatal quienes formen parte del proyecto político triunfante, los que caigan el la definición de amiguismo y los que representen determinados intereses y cuotas de poder. No es imposible pero si muy difícil que alguien llegue ahí en razón de pluralidad política o social o por prestigio, es algo que se ve muy remoto.
Mas haya de los nombres, que puede tener o no sus meritos, lo deseable seria que el debate girara en torno a la realidad veracruzana, a la coyuntura actual, sobre los escenarios que se avizoran y, sobretodo, acerca de proyectos de gobierno, políticas públicas y presupuestos; ese si sería un debate útil.
Al igual que en el resto del país en Veracruz se pinta un panorama difícil, en lo social en general con énfasis en la seguridad y en lo económico. Los municipios van a quedar endeudados, con obras a medias y con márgenes estrechos de financiamiento. En razón de todo eso se esperaría un discurso realista y sobrio.
Los recientes relevos de magistrados trajeron reflexiones de mucha importancia, especialmente en lo que se refiere a la carrera judicial, que es similar cronológica y jerárquicamente con otras carreras al servicio público y de la vida en general. Si un político inicia en la “ talacha” y termina de gobernador o presidente, como igual un futbolista empieza pateando balones y acaba de directivo, por qué no un secretario o juez asciende a magistrado. En el próximo nombramiento se debe rescatar el sentido común y el respeto a la carrera judicial. Un tribunal de justicia que merezca ese nombre requiere magistrados de verdad.
En ese respeto a las carreras radicaría una de las cualidades deseables en el próximo gabinete estatal; si exclusivamente se colocan a los cuates y a los cómplices no pasará de ser un gabinetito, decorativo e inútil. Tenemos derecho, por ser ciudadanos, a esperar y luchar por algo mucho mejor
Recadito; pobre de nuestra Xalapa, con lluvia y sin gobierno.

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