Por Baltazar López…
Para VaxTuxpan:
Querido Orlando:
Leo con preocupación y luego con desencanto, la nota que envía desde Veracruz nuestro compañero y amigo Nacho Contreras, cabeceada como “QUE ES TUXPAN EL MAS CONTAMINADO DEL MUNDO” y lleva dos balazos explicativos: Por las descargas de la termoeléctrica “Adolfo López Mateos” y Lanza altas cantidades de azufre al medio ambiente.
Sin mencionar la fuente y con la mayor frescura, Leonardo Castellanos Lazo, asesor de Canacintra, dice que “Tuxpan ocupa el primer lugar en contaminación ambiental en el mundo, principalmente por el mal uso de la energía eléctrica e ineficiencias en la planta termoeléctrica Adolfo López Mateos”. ¿Más contaminado que Chernobyl?, me pregunto. ¿Más que el Distrito Federal o Los Ángeles?
Desde ese punto de vista me parece extraño no encontrar a Tuxpan entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo, según la lista que publica el Blacksmith Institute, una ONG estadounidense fundada en 1999 cuyo principal objetivo es crear un planeta limpio para los niños. Este organismo menciona en los cinco primeros lugares de 2010 a Ciudad de México, México; Pekín, China; El Cairo, Egipto; Yakarta, Indonesia y Los Ángeles, Estados Unidos. La revista Forbes también publicó un artículo sobre las 25 ciudades más contaminadas del mundo y Tuxpan no aparece enlistada.
Esta exageración alarmista e irresponsable proviene según él, del hecho de que “en Tuxpan se generan 6 mil de los 7 mil megawatts que se generan en el estado de Veracruz”. El dato no es del todo exacto. La capacidad instalada en el estado de Veracruz es de 6 mil 258 mw, de los cuales se generan en Tuxpan 4 mil 236 mw (2 mil 263 del CTPALM y mil 973 de los productores externos), mientras que la central nucleoeléctrica Laguna Verde le corresponden mil 365 mw. El resto se genera en hidroeléctricas, plantas de ciclo combinado y de otras tecnologías.
Informa también que el impacto no es sólo al ambiente, sino también a la salud, aunque no menciona casos ni aporta pruebas. Se pronuncia luego a favor de la energía nuclear, y afirma que “existe el planteamiento de la CFE de ampliar después del 2010 la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde y hacer una más en Tuxpan”. Hasta donde sabemos no hay evidencia de un plan para ampliar la nucleoeléctrica de Laguna Verde, mucho menos para instalar una planta de ese tipo en Tuxpan. De hecho, el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2010-2024, menciona que la energía nuclear se considerará como una opción energética hasta el año2021.
Acto seguido afirma de manera temeraria que las emisiones de CO2 acabaron con los cítricos de la región. Y lo hace cuando el delegado de la Sagarpa, Octavio Legarreta Guerrero, informa que “el estado de Veracruz ocupa el primer lugar en producción nacional de cítricos, produciendo cuatro millones de toneladas al año”, y que “de cada 10 naranjas que se consumen en México, siete son de nuestro estado”, el cual es el de mayor producción de cítricos en el ámbito nacional.
La cátedra de química tampoco se le da. Dice “que al consumir una barcaza diaria de combustóleo el carbono del combustible se transforma en CO2 (azufre), el cual sale por la chimenea y son los gases invernadero”. No pude encontrar qué clase de medida es “una barcaza” ni cómo se calcula su contenido, si es mucho o es poco. Tampoco es cierto que el CTPALM consuma “una barcaza diaria de combustóleo”.
Mucho menos es cierto que el carbono del combustible “se transforma en CO2 (azufre)”. El carbono (C) y el azufre (S) son componentes del combustóleo. Cuando el carbono entra en contacto con el oxígeno (O) se oxida, y sale a la atmósfera en forma de bióxido de carbono (CO2). El bióxido de carbono, al entrar en contacto con el agua (H2O) se convierte en ácido carbónico: H2O+CO2 = H2CO3.
Por su parte con el azufre que sale a la atmósfera en forma de bióxido de azufre (SO2), ocurre un proceso de oxidación por reacción con el radical hidroxilo y queda en forma de trióxido de azufre (SO3), el cual, al combinarse con el agua se convierte en ácido sulfúrico: SO3+H2O = H2SO4.
No hay “gases invernadero” tampoco. El efecto invernadero es un fenómeno natural mediante el cual ciertos gases componentes de la atmósfera retienen el calor que emite el suelo por haber sido calentado por la radiación solar. A pesar de tratarse de un fenómeno natural, existe cierta corriente científica que afirma que el efecto invernadero se está acentuando por la presencia de gases como el CO2 que se emite por la actividad humana.
Me parece sintomático que sea un asesor de Canacintra quien se atreva a desnudar su ignorancia, ya que las empresas y negocios agrupados en esa cámara obtienen enormes beneficios de la construcción y puesta en operación de las plantas. Desde 1985 el CTPALM ha sido una fuente de empleos directos, y a la fecha le da de comer a unas mil 500 familias, mientras que sus programas de compras y mantenimiento reavivan el comercio local y a los prestadores de servicios, además de que el CTPALM origina por lo menos el 30 por ciento del movimiento portuario.
Me gustaría mucho que el señor Castellanos Lazo nos hablara sobre una de las principales dolencias de la CFE, que es la pérdida por robo de la electricidad. Según datos de la Subdirección de Distribución y Coordinación Comercial de la paraestatal, “en los últimos cuatro años, casi 400 mil usuarios han colocado diablitos y empleado “técnicas” para alterar medidores y pagar menos”. Y no se trata sólo de los consumidores domésticos, sino de una gran cantidad de negocios y establecimientos industriales que sustraen la electricidad de manera ilegal, pérdida cuyo valor se calcula en unos 29 mil millones de pesos anuales.
En fin, es increíble que un artículo tan breve contenga tantas imprecisiones, las cuales no sé si atribuir a la ignorancia o a la mala fe. No estamos, ni de lejos, en la ciudad más contaminada del mundo. Los cítricos de la región no se acabaron, ni existe una relación directa comprobable de daños a la salud por la operación del CTPALM, ni el carbono se convierte en azufre. Tampoco habrá nucleoeléctrica en Tuxpan. En lo único que coincido con el señor asesor es en que debemos exigir a las autoridades que las plantas respeten los límites impuestos por las autoridades en las normas ecológicas.
Para VaxTuxpan:
Querido Orlando:
Leo con preocupación y luego con desencanto, la nota que envía desde Veracruz nuestro compañero y amigo Nacho Contreras, cabeceada como “QUE ES TUXPAN EL MAS CONTAMINADO DEL MUNDO” y lleva dos balazos explicativos: Por las descargas de la termoeléctrica “Adolfo López Mateos” y Lanza altas cantidades de azufre al medio ambiente.
Sin mencionar la fuente y con la mayor frescura, Leonardo Castellanos Lazo, asesor de Canacintra, dice que “Tuxpan ocupa el primer lugar en contaminación ambiental en el mundo, principalmente por el mal uso de la energía eléctrica e ineficiencias en la planta termoeléctrica Adolfo López Mateos”. ¿Más contaminado que Chernobyl?, me pregunto. ¿Más que el Distrito Federal o Los Ángeles?
Desde ese punto de vista me parece extraño no encontrar a Tuxpan entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo, según la lista que publica el Blacksmith Institute, una ONG estadounidense fundada en 1999 cuyo principal objetivo es crear un planeta limpio para los niños. Este organismo menciona en los cinco primeros lugares de 2010 a Ciudad de México, México; Pekín, China; El Cairo, Egipto; Yakarta, Indonesia y Los Ángeles, Estados Unidos. La revista Forbes también publicó un artículo sobre las 25 ciudades más contaminadas del mundo y Tuxpan no aparece enlistada.
Esta exageración alarmista e irresponsable proviene según él, del hecho de que “en Tuxpan se generan 6 mil de los 7 mil megawatts que se generan en el estado de Veracruz”. El dato no es del todo exacto. La capacidad instalada en el estado de Veracruz es de 6 mil 258 mw, de los cuales se generan en Tuxpan 4 mil 236 mw (2 mil 263 del CTPALM y mil 973 de los productores externos), mientras que la central nucleoeléctrica Laguna Verde le corresponden mil 365 mw. El resto se genera en hidroeléctricas, plantas de ciclo combinado y de otras tecnologías.
Informa también que el impacto no es sólo al ambiente, sino también a la salud, aunque no menciona casos ni aporta pruebas. Se pronuncia luego a favor de la energía nuclear, y afirma que “existe el planteamiento de la CFE de ampliar después del 2010 la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde y hacer una más en Tuxpan”. Hasta donde sabemos no hay evidencia de un plan para ampliar la nucleoeléctrica de Laguna Verde, mucho menos para instalar una planta de ese tipo en Tuxpan. De hecho, el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2010-2024, menciona que la energía nuclear se considerará como una opción energética hasta el año2021.
Acto seguido afirma de manera temeraria que las emisiones de CO2 acabaron con los cítricos de la región. Y lo hace cuando el delegado de la Sagarpa, Octavio Legarreta Guerrero, informa que “el estado de Veracruz ocupa el primer lugar en producción nacional de cítricos, produciendo cuatro millones de toneladas al año”, y que “de cada 10 naranjas que se consumen en México, siete son de nuestro estado”, el cual es el de mayor producción de cítricos en el ámbito nacional.
La cátedra de química tampoco se le da. Dice “que al consumir una barcaza diaria de combustóleo el carbono del combustible se transforma en CO2 (azufre), el cual sale por la chimenea y son los gases invernadero”. No pude encontrar qué clase de medida es “una barcaza” ni cómo se calcula su contenido, si es mucho o es poco. Tampoco es cierto que el CTPALM consuma “una barcaza diaria de combustóleo”.
Mucho menos es cierto que el carbono del combustible “se transforma en CO2 (azufre)”. El carbono (C) y el azufre (S) son componentes del combustóleo. Cuando el carbono entra en contacto con el oxígeno (O) se oxida, y sale a la atmósfera en forma de bióxido de carbono (CO2). El bióxido de carbono, al entrar en contacto con el agua (H2O) se convierte en ácido carbónico: H2O+CO2 = H2CO3.
Por su parte con el azufre que sale a la atmósfera en forma de bióxido de azufre (SO2), ocurre un proceso de oxidación por reacción con el radical hidroxilo y queda en forma de trióxido de azufre (SO3), el cual, al combinarse con el agua se convierte en ácido sulfúrico: SO3+H2O = H2SO4.
No hay “gases invernadero” tampoco. El efecto invernadero es un fenómeno natural mediante el cual ciertos gases componentes de la atmósfera retienen el calor que emite el suelo por haber sido calentado por la radiación solar. A pesar de tratarse de un fenómeno natural, existe cierta corriente científica que afirma que el efecto invernadero se está acentuando por la presencia de gases como el CO2 que se emite por la actividad humana.
Me parece sintomático que sea un asesor de Canacintra quien se atreva a desnudar su ignorancia, ya que las empresas y negocios agrupados en esa cámara obtienen enormes beneficios de la construcción y puesta en operación de las plantas. Desde 1985 el CTPALM ha sido una fuente de empleos directos, y a la fecha le da de comer a unas mil 500 familias, mientras que sus programas de compras y mantenimiento reavivan el comercio local y a los prestadores de servicios, además de que el CTPALM origina por lo menos el 30 por ciento del movimiento portuario.
Me gustaría mucho que el señor Castellanos Lazo nos hablara sobre una de las principales dolencias de la CFE, que es la pérdida por robo de la electricidad. Según datos de la Subdirección de Distribución y Coordinación Comercial de la paraestatal, “en los últimos cuatro años, casi 400 mil usuarios han colocado diablitos y empleado “técnicas” para alterar medidores y pagar menos”. Y no se trata sólo de los consumidores domésticos, sino de una gran cantidad de negocios y establecimientos industriales que sustraen la electricidad de manera ilegal, pérdida cuyo valor se calcula en unos 29 mil millones de pesos anuales.
En fin, es increíble que un artículo tan breve contenga tantas imprecisiones, las cuales no sé si atribuir a la ignorancia o a la mala fe. No estamos, ni de lejos, en la ciudad más contaminada del mundo. Los cítricos de la región no se acabaron, ni existe una relación directa comprobable de daños a la salud por la operación del CTPALM, ni el carbono se convierte en azufre. Tampoco habrá nucleoeléctrica en Tuxpan. En lo único que coincido con el señor asesor es en que debemos exigir a las autoridades que las plantas respeten los límites impuestos por las autoridades en las normas ecológicas.
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