martes, 28 de junio de 2011

DESPILFARRO E INEFICIENCIA EN ELEFANTES BLANCOS...




Por Orlando Segura Hervert...
Observo con detenimiento tres fotografías muy ilustrativas, un puente mocho que no lleva a nada, solo atraviesa la carretera a Cazones, ahí quedó desde los tiempos de Patricio Chirinos Calero y Miguel Alemán Velazco, eso si, está muy pintadito de blanco, se ve que recientemente pasó la mano de alguna secretaría y le dio el remozamiento necesario para que luzca muy bien. Otra toma fotográfica es del Puente Tampamachoco, ese está inconcluso, en el centro de tal acceso va al vacío, al agua y finalmente las instalaciones de lo que debió ser un mercado que nunca funcionó, las paredes están todas carcomidas, no hay techo, los fierros están oxidadas, la estructura inservible, dichas edificación se realizó en los tiempos del maestro Pericles Namorado Urrutia, en éste último, cuenta la historia, también sirvió como bodega de varias toneladas de cemento, todas se echaron a perder, ahí quedó el polvo de construcción en piedra, envidia de cualquier acto disfuncional, mas dura que una roca prehistórica.
Eso quiere decir que las endejadas no son de ahorita. En las tres obras hubo despilfarro, falta de planeación, desvío de recursos, improvisación, irresponsabilidad de gobernantes y constructores, lo que es peor, nadie castigó semejante desfachatez de los servidores públicos y funcionarios. Ahí quedaron varios miles y millones de pesos que bien podrían servir para abatir el rezago educativo, el combate a la pobreza y a la marginación, apoyo al sector productivo, financiamiento, otorgamiento de créditos a los emprendedores, etc.
La corrupción es un tema ancestral y en el caso del sistema político mexicano, siempre se ha dicho que se tiene que combatir la impunidad con el estado de derecho en la mano, con leyes que obliguen a los servidores públicos a responder por sus actos, desafortunadamente esto no es así, no funciona de esa manera, se impone el compadrazgo, el amiguismo, el clientelismo, algo así como el refrán de los tiempos de Don Benito Juárez: “Para los amigos, justicia y gracia; para los adversarios, la ley a secas”. NO HAY CASTIGO, NO HAY CULPABLES
Legislaciones van y vienen, reformas se quedan en el tintero legislativo, pero lo real es que el hombre busca una y mil manera de burlar la ley desde los rincones del poder mismo. Es una corrupción galopante, un monstro de mil cabezas que no se le puede combatir porque no hay voluntad política y cuando así conviene por el golpeteo mediático, entonces se buscan chivos expiatorios que nada tienen que ver con los que realmente se llevan el tesoro de los dineros públicos.
Está en puerta la revisión y modificaciones a la Ley de Fiscalización Superior, el proyecto se puede quedar en la congeladora, en una amplia discusión, en aprobación de sanciones o en simple letra muerta, 50 diputados del Congreso del Estado tienen la palabra…

1 comentario:

raul dijo...

Buenas tardes estimado Orlando.
Es triste, vergonzoso, impotente, molesto, ruin, incapáz.... no se que termino utilizar, tu eres periodista, debes conocer alguno para aplicarlo al sentir de cada ciudadano que deposita toda su buena fé en otra persona que promete bajarle el cielo y las estrellas si llega a ocupar el poder, ya sea a nivel nacional, estatal, municipal. y al ocuparlo inicia su trabajo al 100% queriendo demostrar que les está dando resultados, pero al poco tiempo las cosas cambian, y comienzan los puentes mochos, inconclusos y mercados sin terminar. Es curioso que al final de cada administración se quiera hacer algo para castigar a los culpables, les mandan auditorías, les quitan el fuero, los denuncian públicamente, hacen un tango y al final todo se olvida y no resulta nada.
En los casi tres años de que regresé a esta hermosa ciudad, he vivido de cerca esta obra teatral, claro la misma pero con diferentes actores, y son muy buenas representaciones, tanto que hasta te la crees.
Querido Orlando, no te quito más tiempo con mis tonterias, que tengas buena tarde y olvidate de esas fotografías, ya no tienen caso.
Saludos.