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Violencia feminicida: impunidad lacerante
Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
La violencia contra las mujeres es una de las manifestaciones más claras de la desigualdad de género y de la impunidad que impera en el país. Se trata de una forma de violencia que atenta contra los derechos humanos y que está conformada por conductas misóginas relacionadas con impunidad social y del Estado. Esto es reconocido por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

En México, en los casos de violencia contra las mujeres, la impunidad es una característica constante que va de la mano con actos de violencia que se pueden prevenir y que en casos extremos atentan contra la vida. Por ello, denunciar la impunidad es vital para evidenciar quién es el responsable, y abandonar el prejuicio discriminatorio de culpar a las mujeres de la violencia que sufren.

En un contexto de caos y violencia generalizada como el que vive México, no podemos permitir que la problemática de feminicidio se silencie. El Estado mexicano tiene la obligación de garantizar la vida y la seguridad de las mujeres.

El caso de Grettel Rodríguez Almeida, originaria de Mérida, Yucatán, y víctima de un ataque de violencia feminicida que puso en riesgo su vida en septiembre de 2009 es un ejemplo del binomio entre violencia de género e impunidad. Grettel estuvo a punto de ser asesinada a manos de su ex novio quien, por interpretaciones discriminatorias de la ley, fue consignado a poco menos de dos años de prisión y está libre desde junio de este año.

Hoy, Grettel se encuentra amenazada por quien fuera su pareja y agresor, y vive con temor porque las autoridades de distintos niveles no han atendido debidamente el caso, ni procedido con justicia, brindándole la protección adecuada y castigando a las autoridades responsables de que su agresor se encuentre libre, constituyendo una amenaza potencial contra ella en particular y para las mujeres en general.

El problema de los feminicidios en México ha merecido la atención de diversas instancias internacionales y la indignación de la sociedad. Es fundamental incentivar un cambio social que implique acciones legales, políticas, institucionales y culturales que garanticen los derechos humanos de las mujeres.

El caso de Grettel es uno de los pocos en que la víctima de violencia feminicida logra sobrevivir, por lo que se presenta la oportunidad de hacer justicia. Grettel ha denunciado valientemente su situación, por lo que su problemática ha trascendido a nivel nacional e internacional. Una intervención favorable de parte de las autoridades mexicanas para brindarle la protección que merece, sentaría un precedente para realmente avanzar en el combate a la impunidad y se ratificaría en los hechos el compromiso de las autoridades con la protección y la preservación de la dignidad, la integridad y la vida de las mujeres mexicanas.