Por Orlando Segura Hervert..
Desde hace 22 años se constituyeron en los danzoneros del puerto y desde esa fecha comenzaron a difundir la cultura del baile con el estilo característico, decenas de parejas asistían cada domingo al parque Reforma y ahí fomentaban el amor por ese tipo de música. Hace algunos meses por cuestiones de rehabilitación de aquel lugar, se pasaron a la plaza cívica “Enrique Rodríguez Cano”.
A dos décadas de distancia siguen siendo amantes del Danzón, pero aquel grupo unificado y mayoritario y con la muerte de su fundadora Lilia Sedano de Tella, paulatinamente se fueron dividiendo en pequeños grupitos y aunque tiene la intención de continuar practicando esa expresión artística, cada vez se van desmembrando.
El pasado domingo, el alcalde Alberto Silva Ramos, acudió al domingo popular, ahí se comprometió para que cada segundo domingo de noviembre se celebre el “Día del Danzonero”, pero además, afirmó que dejarán un espacio en la futura remodelación de la plaza cívica, luego entonces, contarán con un área especial para que se deleiten al compas del ritmo dancístico.
Contra viento y marea y a pesar de las divisiones, la tradición se mantiene, no solo acuden tuxpeños, sino que periódicamente, se observan a familias procedentes de Monterrey y Veracruz, ó bien el Distrito Federal, las parejas se dan su tiempo y observan, aprenden e intentan mover el cuerpo y los pies, siguiendo el ejemplo de los expertos.
Los cubanos hicieron historia, dicen los que saben, heredaron el danzón desde 1879 ó quizás más allá.
En el puerto jarocho, en Tuxpan y en otras partes de la entidad, se intenta que el danzón no muera, por el contrario que siga en el corazón de las nuevas generaciones…
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