Por Orlando Segura Hervert...
Las estadísticas son muy frías, el pueblo de México, con sus zonas y regiones, casi no leen, en promedio, solo medio texto hojean al año, muy pocos rebasan esa cifra. El mal endémico no es exclusivo de los políticos, también incluye a los profesionistas, maestros, amas de casa y por supuesto a los niños. La cultura de la lectura es insipiente, casi nula.
Los consultados aseguraron que esta problemática tiene sus antecedentes, en las escuelas no se preocupan por esta cuestión, dado que los profesores son chambistas, solo quieren cubrir un horario, ya no le invierten más tiempo a las actividades extraescolares, no forjan buenos hábitos en los niños, hacen asambleas en tiempo clase, no motivan a la niñez para que consulte un buen libro literario, alguna novela o cierto texto de historia.
Es lamentable que haya pasado lo de Enrique Peña Nieto (aspirante priista a la presidencia de la república), Ernesto Cordero (aspirante panista a la candidatura por la presidencia de la república) o bien a Mario Delgado (Secretario de Educación en el Distrito Federal), quienes fueron ponchados al cuestionárles los nombres de tres libros así como de sus autores, el trío del PRI, PAN y PRD, en distintos escenarios y entrevistas, se equivocaron garrafalmente, confundieron a unos por otros.
Para Raúl Cruz Cruz, todo ello refleja el espacio perdido, el nivel de la educación cedida a las trivialidades y a los asuntos sin importancia, agregó que nos está afectando la herencia del magisterio de la SNTE de Elba Esther Gordillo, las políticas federales aplicadas en el tema educativo, mismo que implican un abandono profundo en los contenidos, programas, planes de estudio e infraestructura. Ahí reside el fenómeno de no invertirle en la educación.
Una simple pregunta, evidenció a tres personalidades de partidos políticos distintos, lo que quiere decir que se requiere hacer mucho mas por el magisterio, la niñez, las nuevas generaciones, las escuelas públicas, las universidades.
Finalizó comentando, otros países destinan el 8 por ciento del Producto Interno Bruto, desde luego, vigilan y supervisan el uso correcto de los recursos públicos hacia la educación, el salario de los catedráticos es muy superior al de México, de tal manera que no tienen que andar vendiendo garnachas para sobrevivir, solo se dedican a enseñar y aprender y también viceversa…
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