ENVIADO A VAXTUXPAN
Tener un animal de
compañía puede ser benéfico para los niños y las personas adultas mayores; sin
embargo, tener un perro, gato o aves en casa implica asumir una serie de
medidas para que la mascota esté sana y no se convierta en un foco de contagio
para sus dueños, advirtió el doctor Fernando Laredo Sánchez, médico internista
del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI.
Dijo que los
beneficios de contar con una mascota se dividen en psicológicos y de salud. Para
una persona de la tercera edad, la mascota es compañero, un alivio a la soledad,
mientras que para los niños es el medio para la formación del afecto y de sus
responsabilidades al participar en el cuidado del animalito.
En el aspecto de
salud, explicó, existen estudios que demuestran que los niños pequeños que
tienen un perro sufren menos de diarreas y gastroenteritis, siempre y cuando la
mascota esté vacunada y desparasitada y se le mantenga fuera de la cocina y el
comedor.
Laredo Sánchez destacó
que la convivencia con un animal de compañía con el que se pueda interactuar,
sea perro (de preferencia) o gato, ayuda al desarrollo psicomotor del niño y es
una gran compañía para el adulto mayor.
Entre los riesgos de
tener una mascota sobresalen la rabia, en el caso de los perros, y la
toxoplasmosis (infección que inflama los ganglios linfáticos y produce fiebre y
dolor de cabeza) con los gatos. En ambos casos existe la posibilidad de
transmisión de parásitos.
Asimismo, explicó que
las mascotas exóticas como roedores, reptiles y otros animales pueden implicar
peligros para la salud.
Tratándose de aves, sobre todo las consideradas exóticas, es muy
probable que sean portadoras de un agente nocivo llamado psitacosis, muy
peligroso para los humanos, ya que puede ocasionar infecciones respiratorias
graves, advirtió el doctor Laredo Sánchez.
Por todo ello, el médico
internista recomendó adquirir la mascota en el comercio legal o con quien pueda
demostrar que ésta se encuentra sana, así como vacunarla y desparasitarla cada
año.
Muy importante, destacó,
es que las mascotas no duerman en las habitaciones y mucho menos permitir que
suban a la cama; no deben entrar donde se preparan los alimentos y siempre hay
que lavarse las manos después de tocarlos. Tampoco hay que permitir que los
niños los besen y debe mantenerse bien aseado el lugar que ha sido designado
para que viva.
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