domingo, 9 de septiembre de 2012

El partido de AMLO, buena noticia. Mala para PRD, PT y Movimiento Ciudadano

Federico Arreola
@FedericoArreola

“Debemos organizar al movimiento”, dijo una vez más Andrés Manuel López Obrador en la reunión con los integrantes de MORENA ayer viernes en su casa de campaña.

Para Andrés Manuel, “organización” es la palabra clave, la que puede hacer que la izquierda realmente aspire a derrotar al PRI y al PAN.

Lo ha dicho durante seis años. Hoy lo repite. Será la esencia de su discurso, el próximo domingo, en el Zócalo de la Ciudad de México.

Pero organizar un movimiento nacional que dé la batalla a dos institutos políticos poderosísimos como el PRI y el PAN necesita de grandes recursos.

En efecto, ya que organización sin recursos solo son buenas intenciones.

Recursos sobran en la izquierda, hay que precisarlo. Son cuantiosos sobre todo después de los procesos electorales exitosos.

Los cargos importantes y el dinero público llegan con abundancia a los partidos cuando les va bien en las elecciones.

Dos veces, gracias a López Obrador, les ha ido muy bien en términos de posiciones políticas y de recursos al PRD, PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia).

Pero dos veces, en 2006 y ahora en 2012, al motor del éxito de los partidos de izquierda, que sin duda es López Obrador, no le ha tocado nada. Porque dos veces se han quedado, él y sus más leales, sin posiciones relevantes.

Así, se ha dado el caso de que López Obrador y su movimiento han tenido que vivir de las aportaciones, siempre escasas, que los partidos y los políticos a los que fortaleció le dan si quieren, pero si no quieren, pues no le dan.

Vivir de la generosidad de otros, particularmente si uno los enriqueció, es muy jodido.

Inclusive, ya se dio el caso de que el PRD, el partido que más recursos ha obtenido gracias a López Obrador, se “enoje” con el tabasqueño, rompa con Andrés Manuel en los periodos en que no lo necesita, por lo tanto deje de apoyarlo, y vuelva a los brazos de AMLO cuando este, otra vez, es la única fuente de votos del perredismo.

Así las cosas, para que el movimiento de AMLO asegure sus propios recursos, de tal forma de poder organizarse en el largo plazo, necesita transformarse en partido político.

MORENA, pues, será partido. Y vivirá de lo que obtenga en las urnas. Ya no dependerá, pues, de las migajas que le manden los otros partidos de izquierda.

Eso sí, los grandes perdedores serán el PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Y los ganadores serán el PRI y el PAN que enfrentarán en las presidenciales de 2018, casi seguramente, a una izquierda dividida en cuatro que va a batallar muchísimo para integrarse en un frente electoral, especialmente porque Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera no van a estar muy dispuestos a hacerse a un lado.

Deben estar contentos los presidenciales que el PRI ya presenta, como Jesús Murillo Karam (la edad podría ser un obstáculo para él, aunque se ve en buenas condiciones de salud), Luis Videgaray, Manlio Fabio Beltrones (otro viejo, como Murillo, más o menos sano que no es del equipo de Enrique Peña Nieto, pero se sabe mover en la cancha), Eruviel Ávila y Miguel Ángel Osorio Chong.

Felices también estarán las figuras del PAN que ya empiezan a proyectarse para las presidenciales… ¿figuras del PAN? Carajo, en ese partido no se ve a nadie con tamaños, a nadie. No es que en el PAN esté flaca la caballada, es que el mal gobierno de Felipe Calderón parece haber acabado con todos los caballos más o menos finos.

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