Por Orlando Segura Hervert…
No por mucho madrugar amanece más temprano, quizás este refrán lo tengan muy bien memorizado los ediles porteños, fundamentalmente quienes fueron convocados éste 19 de septiembre a las 07:19 minutos, en la plaza cívica “Enrique Rodríguez Cano”, para conmemorar los sismos de 1985, mismos que provocaron la muerte de infinidad de mexicanos en el Distrito Federal.
A esa hora, solo se observó la presencia de los integrantes del cabildo, del alcalde Alberto Silva Ramos; el síndico y representante legal Francisco Arango Graña; los regidores Bardomiano Priego Garduño, Rodolfo Romero Flores, Edmundo Cristóbal Cruz de extracción priista y el simpatizante del Movimiento Ciudadano, Antonio Hidalgo Pulido, 6 representantes populares de un total de 11.
Tales figuras públicas, escucharon el mensaje de la primera autoridad civil, realizaron los honores al lábaro patrio, entonaron el glorioso himno nacional, guardaron un minuto de silencio, en síntesis cumplieron con un deber y obligación, dado que desde un día anterior se les proporcionó la agenda en donde se establecía el horario para llevar a cabo el homenaje luctuoso, rememorando la cultura de la protección civil, los programas y acciones, así como los reglamentos e instancias surgidas desde aquella época, que tienen que ver con las tareas preventivas, con la intención de evitar desastres y desgracias mayores.
Dicen que los políticos incrustados en el máximo órgano de gobierno no han entendido la contraparte de la versión popular: ¡Al que madruga, Dios lo ayuda!…
Así las cosas, unos se sumaron con entusiasmo a las fechas relativas a la protección civil, otros prefirieron olvidarlas al tenor de la almohada y los sueños guajiros de futuros cargos con salarios bien pagados.
Comentaron además, a los servidores públicos les falta conocer la vida de un obrero de la construcción, la termo o de PEMEX, para ellos el día comienza a las 5 de la mañana y la jornada termina a deshoras…
No por mucho madrugar amanece más temprano, quizás este refrán lo tengan muy bien memorizado los ediles porteños, fundamentalmente quienes fueron convocados éste 19 de septiembre a las 07:19 minutos, en la plaza cívica “Enrique Rodríguez Cano”, para conmemorar los sismos de 1985, mismos que provocaron la muerte de infinidad de mexicanos en el Distrito Federal.
A esa hora, solo se observó la presencia de los integrantes del cabildo, del alcalde Alberto Silva Ramos; el síndico y representante legal Francisco Arango Graña; los regidores Bardomiano Priego Garduño, Rodolfo Romero Flores, Edmundo Cristóbal Cruz de extracción priista y el simpatizante del Movimiento Ciudadano, Antonio Hidalgo Pulido, 6 representantes populares de un total de 11.
Tales figuras públicas, escucharon el mensaje de la primera autoridad civil, realizaron los honores al lábaro patrio, entonaron el glorioso himno nacional, guardaron un minuto de silencio, en síntesis cumplieron con un deber y obligación, dado que desde un día anterior se les proporcionó la agenda en donde se establecía el horario para llevar a cabo el homenaje luctuoso, rememorando la cultura de la protección civil, los programas y acciones, así como los reglamentos e instancias surgidas desde aquella época, que tienen que ver con las tareas preventivas, con la intención de evitar desastres y desgracias mayores.
Dicen que los políticos incrustados en el máximo órgano de gobierno no han entendido la contraparte de la versión popular: ¡Al que madruga, Dios lo ayuda!…
Así las cosas, unos se sumaron con entusiasmo a las fechas relativas a la protección civil, otros prefirieron olvidarlas al tenor de la almohada y los sueños guajiros de futuros cargos con salarios bien pagados.
Comentaron además, a los servidores públicos les falta conocer la vida de un obrero de la construcción, la termo o de PEMEX, para ellos el día comienza a las 5 de la mañana y la jornada termina a deshoras…
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