Por Orlando Segura Hervert…
14 voluntarias del albergue temporal “Elena Ramírez de Hernández”, pertenecientes a las voluntarias vicentinas Santa Luisa de Marrillac, continúan con la labor altruista de dar de comer, así como brindar un techo a los mas necesitados. Aquellos que llegan al hospital civil “Dr. Emilio Alcazar Romo” y no cuentan con los recursos necesarios para sufragar gastos de alimentación, ahí llegan y se les otorga el pan necesario, el desayuno y cena, agua para bañarse y una cama o colchoneta para que puedan quedarse una noche y al día siguiente, nuevamente retornen a visitar a sus enfermos, señaló la presidenta de la agrupación, María de los Ángeles Quintero de Vargas.
Cuando pueden, los albergados pagan 20 pesos, pero si las personas señalan que no tienen dinero y además piden el apoyo y solidaridad, se les condona la cooperación. Así han trabajado desde hace 13 años, un 13 de septiembre inauguraron la casa que ha sido la “salvación” para muchas personas de la región norte, quienes se enteran del funcionamiento de dicha instancia y así van llegando para solicitar el cobijo requerido.
El pasado jueves, la entrevistada recibió de manos del alcalde Alberto Silva Ramos, la donación de 50 mil pesos, tal cantidad les permitirá enfrentar determinados compromisos, cumplir con metas y objetivos, adquirir equipo y herramienta para seguir dando amor al más necesitado.
En un breve recorrido por las instalaciones, realizada por éste reportero, pudimos constatar que éstas son confortables, se respira paz espiritual, tranquilidad en los dormitorios
14 voluntarias del albergue temporal “Elena Ramírez de Hernández”, pertenecientes a las voluntarias vicentinas Santa Luisa de Marrillac, continúan con la labor altruista de dar de comer, así como brindar un techo a los mas necesitados. Aquellos que llegan al hospital civil “Dr. Emilio Alcazar Romo” y no cuentan con los recursos necesarios para sufragar gastos de alimentación, ahí llegan y se les otorga el pan necesario, el desayuno y cena, agua para bañarse y una cama o colchoneta para que puedan quedarse una noche y al día siguiente, nuevamente retornen a visitar a sus enfermos, señaló la presidenta de la agrupación, María de los Ángeles Quintero de Vargas.
Cuando pueden, los albergados pagan 20 pesos, pero si las personas señalan que no tienen dinero y además piden el apoyo y solidaridad, se les condona la cooperación. Así han trabajado desde hace 13 años, un 13 de septiembre inauguraron la casa que ha sido la “salvación” para muchas personas de la región norte, quienes se enteran del funcionamiento de dicha instancia y así van llegando para solicitar el cobijo requerido.
El pasado jueves, la entrevistada recibió de manos del alcalde Alberto Silva Ramos, la donación de 50 mil pesos, tal cantidad les permitirá enfrentar determinados compromisos, cumplir con metas y objetivos, adquirir equipo y herramienta para seguir dando amor al más necesitado.
En un breve recorrido por las instalaciones, realizada por éste reportero, pudimos constatar que éstas son confortables, se respira paz espiritual, tranquilidad en los dormitorios
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