miércoles, 17 de octubre de 2012

ESCENARIOS

Luis Velázquez
I

La clase política de Veracruz se ha vuelto una caballada flaca.

Por ejemplo: en la Cámara Alta hay tres senadores; los tres se apellidan Yunes.

José Yunes Zorrilla: presidente de la Comisión de Hacienda, quizá la más importante del Congreso de la Unión.

Héctor Yunes Landa: presidente de la Comisión de Protección Civil, a la altura, digamos, de la secretaria del ramo en Veracruz, Nohemí Guzmán.

Fernando Yunes Márquez: presidente de la Comisión de la Defensa Nacional y secretario de la Comisión de Seguridad Pública.

Así, resulta inverosímil que los tres únicos senadores de Veracruz se apelliden Yunes.

Y aun cuando sólo Héctor y Fernando son tío y sobrino, en tanto José pertenece a otros Yunes inmigrantes de Líbano, por mera coincidencia los tres se apellidan igual.
Incluso, los padres y abuelos de los tres senadores son paisanos. Todos llegaron del Medio Oriente.
II

Dos Yunes son priistas; el tercero, el más joven, panista.

Los Yunes priistas surcan en la talacha política desde hace un ratito, en donde han sido alcalde, diputados y líderes partidistas.

El Yunes azul apenas ingresó a política. Primero, como diputado local y luego enseguida renunció a la curul, la dejó inconclusa, a la mitad del río y ahora es senador.

Significaría, entonces, que en la clase política de Veracruz de norte a sur los Yunes se han impuesto y dominado el escenario.

Ningún otro apellido tuvo oportunidad de figurar en la recta final para el Congreso de la Unión.

Más aún si se considera lo siguiente: los tres Yunes senadores han sacado boleto para la candidatura a gobernador en el año 2016.

Los Yunes priistas jugarán entre sí para la candidatura tricolor y ninguna duda hay que Fernando sería, por ahora, el precandidato más cerca a la silla imperial del palacio de Xalapa.

Claro, si su hermano Miguel Ángel Yunes Márquez (otro Yunes) se lanza de candidato a la alcaldía de Boca del Río (por segunda ocasión) y gana, entonces, nada lo limitaría para buscar, de igual manera, la candidatura panista a gobernador.

III

La coincidencia de los Yunes senadores tiene mayor relevancia por lo siguiente: de norte a sur de Veracruz, en el padrón electoral apenas figurarían unos 500 Yunes en una población de casi 8 millones de habitantes.

Tres Yunes, con parientes y paisanos con unos 497 Yunes más en la tierra jarocha, se han convertido en los privilegiados del llamado divino.

El destino de Veracruz, con una extensión territorial más extensa que varios países de América Central, en manos de tres Yunes.

Lo dijo José Vasconcelos en el lema de la UNAM: “por mi raza hablará el espíritu”.

Y si los Yunes de Beirut, Palestina, Siria y la franja de Gaza sufren el viacrucis del pueblo vecino, Israel, deseoso de adueñarse del territorio, los Yunes en Veracruz son algo así como el canal de las estrellas.
IV

En tales circunstancias, un Yunes gobernará Veracruz de los años 2016 a 2022.

En el equipo duartista, por ejemplo, los aspirantes están muy pencos.

En el búnker panista, los cartuchos están quemados, salvo el de Fernando.

Es más, unos yunistas azules apuestan veinte y las malas a que para 2016, Miguel Ángel Yunes Linares se lanzará una vez más como candidato.

De cualquier manera, y de ser así, el piloto de la nave será otro Yunes.

Y si hoy nos pusiéramos frente a una bolita de cristal, una bruja, un hechicero, una santera cubana, ninguna duda habría que el favorecido es José Yunes Zorrilla.

Uno: está en una posición inmejorable para caminar de norte a sur de Veracruz.

Dos: como pocos conoce la entidad, con sus pendientes y sus líderes regionales y locales.

Tres: trae una experiencia fuera de duda desde la alcaldía en Perote, la diputación federal, el liderazgo priista y una derrota como candidato al Senado.

Cuatro: es condiscípulo de Luis Videgaray, el político más cercano a Enrique Peña Nieto, y quien será un súper ministro, y del panista Ernesto Cordero, el líder senatorial del PAN.

Cinco: Luis Videgaray es el camino derechito a Peña Nieto para Yunes Zorrilla.

Seis: mantiene un buen clic con el gobernador de Veracruz.

Siete: mientras otros aspirantes están conflictuados con los actores sociales, políticos y económicos, José Yunes es un caballero en su trato con la gente, respetuoso de lo más importante en la vida, como es la dignidad.

Ocho: es político con valores éticos y morales, que por ningún concepto ha llegado al poder para enriquecerse, como pudo hacerlo cuando fuera alcalde de Perote y presidente del CDE del PRI.

Y lo anterior resulta clave en un pueblo harto de la corrupción, la impunidad y la inmunidad política.

Claro, de aquí al 2016 muchas cosas pudieran suceder…entre ellas, que Yunes Zorrilla crezca más que los otros Yunes y más que el resto de la clase partidista.

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