Por Orlando Segura Hervert..
El 14 de octubre del 2011, una explosión cimbró a la empresa Unión Fenosa, la Central Ciclo Combinado, la gran mayoría de los trabajadores intentaron correr, ponerse a salvo, sabían que trabajar en dichas instalaciones era un riesgo, pero nunca se imaginaron verse envueltos en semejantes circunstancias trágicas, jamás pensaron que a ellos les pasaría algo semejante, porque se suponía que la empresa generadora de energía cumplía con todas las normas nacionales e internacionales de seguridad y protección civil.
Hubo conmoción, la muerte de dos trabajadores y otros 6 heridos más de gravedad. Sin embargo, después de haber sufrido la pérdida de sus seres queridos, las hijas de Samuel Cobos Elorza no han recibido absolutamente nada, ningún quinto partido por la mitad, ningún recurso por el deceso en tiempos y horas de trabajo, todos actuaron en el marco de la impunidad y de la irresponsabilidad, para esta familia, la empresa española no cuida a sus empleados, no garantiza la integridad de quienes laboran en Chile Frío, señaló Claudia Santiago Espinosa, viuda del finado arriba señalado.
Unión Fenosa ha querido lavar su imagen, dando dádivas a los promotores del medio ambiente y las tortuguitas, brindado miserias, ciertos cheques, equipos y apoyos a los bomberos. Sin embargo, lo más importante, lo principal, el cuidado de su personal, no lo hace, lo que genera zozobra y miedo entre los trabajadores y la comunidad de Villa Mar, dado que en cualquier momento se puede presentar un incidente de consecuencias catastróficas como el sucedido el año pasado.
En la orfandad quedaron 2 hijas, una está estudiando la secundaria y la otra la primaria, como puede, la madre de las huérfanas las sostiene y educa, las cuida, trata de darles el mejor horizonte para que salgan adelante y se forjen un futuro y porvenir, pero admite que las cosas no son sencillas.
El pleito legal sigue en los tribunales, tal vez tardará meses o años, pero ella insiste, quiere y pide justicia, que los empresarios no se burlen de las leyes y clama porque tal accidente no se vuelva a repetir.
El 14 de octubre del 2011, una explosión cimbró a la empresa Unión Fenosa, la Central Ciclo Combinado, la gran mayoría de los trabajadores intentaron correr, ponerse a salvo, sabían que trabajar en dichas instalaciones era un riesgo, pero nunca se imaginaron verse envueltos en semejantes circunstancias trágicas, jamás pensaron que a ellos les pasaría algo semejante, porque se suponía que la empresa generadora de energía cumplía con todas las normas nacionales e internacionales de seguridad y protección civil.
Hubo conmoción, la muerte de dos trabajadores y otros 6 heridos más de gravedad. Sin embargo, después de haber sufrido la pérdida de sus seres queridos, las hijas de Samuel Cobos Elorza no han recibido absolutamente nada, ningún quinto partido por la mitad, ningún recurso por el deceso en tiempos y horas de trabajo, todos actuaron en el marco de la impunidad y de la irresponsabilidad, para esta familia, la empresa española no cuida a sus empleados, no garantiza la integridad de quienes laboran en Chile Frío, señaló Claudia Santiago Espinosa, viuda del finado arriba señalado.
Unión Fenosa ha querido lavar su imagen, dando dádivas a los promotores del medio ambiente y las tortuguitas, brindado miserias, ciertos cheques, equipos y apoyos a los bomberos. Sin embargo, lo más importante, lo principal, el cuidado de su personal, no lo hace, lo que genera zozobra y miedo entre los trabajadores y la comunidad de Villa Mar, dado que en cualquier momento se puede presentar un incidente de consecuencias catastróficas como el sucedido el año pasado.
En la orfandad quedaron 2 hijas, una está estudiando la secundaria y la otra la primaria, como puede, la madre de las huérfanas las sostiene y educa, las cuida, trata de darles el mejor horizonte para que salgan adelante y se forjen un futuro y porvenir, pero admite que las cosas no son sencillas.
El pleito legal sigue en los tribunales, tal vez tardará meses o años, pero ella insiste, quiere y pide justicia, que los empresarios no se burlen de las leyes y clama porque tal accidente no se vuelva a repetir.
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