jueves, 20 de diciembre de 2012

ESCENARIOS


Luis Velázquez

19 de diciembre de 2012
I
Una parte de los grupos de poder tricolor está inconforme, molesta, irritada, por lo siguiente:

I. El PRI está llegando a la elección de alcaldes y diputados locales de 2013 sin operadores políticos, buenos para la negociación y los pactos.

II. Los jefes de los grupos priistas de norte a sur de Veracruz, salvo, quizá, en Isla, ningún respeto tienen por el presidente del CDE del PRI, Erick Lagos, quien gobierna como si se tratara de la sociedad de alumnos de la preparatoria.

III. Los operadores políticos, si así se les puede llamar, del partido tricolor en el poder gubernamental, son: el expanista, Gerardo Buganza Salmerón, secretario General de Gobierno, y el exyunista, Enrique Ampudia Mello.

IV.Tanto Buganza como Ampudia, refieren los jefes de grupos priistas, sólo están llevando agua a su molino.

Por encima, incluso, del trío de vi-vis (viejos vividores), a saber: Carlos Brito Gómez, Enrique Jackson y José Murat Casab, asesores del sexenio próspero.

V. En tales hechos y circunstancias, los priistas se sienten, creen, están seguros de andar a la deriva.

II
El jefe de un grupo político observa lo siguiente: de cara a la elección de alcaldes y diputados locales, existe un tronadero en las cabeceras municipales más importantes; también en las medianas y pequeñas, con una ruptura interna entre priistas sin que nadie ponga orden.

Y, bueno, resulta alentador que la pasión política alcance tal magnitud…

Pero ocurre que en el territorio de los hechos se están pulverizando, y más, cuando desde el PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano los tientan.

Los jefes tricolores calibran la falta de un estadista en la cúspide del poder de la manera siguiente: de cara a la elección de gobernador en el año 2016, ningún priista del sexenio próspero ha sido proyectado, ni ha podido crecer, ni tampoco lo han dejado crecer.

Por el contrario, en la carrera a la sucesión, el par de senadores gana terreno, y de lejos y con mucho.

José Yunes Zorrilla, por ejemplo, opera como presidente de la Comisión de Hacienda.

En tanto, Héctor Yunes Landa, como quedó sin juego político en la presidencia de la Comisión de Protección Civil, se mueve “como chivo en cristalería” en la tierra jarocha, mostrándose como el gran elector, alardeando su amistad invariable con Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada priista en la Cámara Baja, y perfilado como el interlocutor del presidente Enrique Peña Nieto en el Congreso de la Unión, por encima del senador Emilio Gamboa Patrón.

Así, los senadores van ganando en el ring electoral a los duartistas.
III

Ninguna duda existe que Gerardo Buganza sueña otra vez con la candidatura a gobernador en el 2016, luego de haberla perdido en el 2010 en la elección interna (por dedazo, reveló) y en el 2004 ante Fidel Herrera Beltrán.
Por eso mismo ha rechazado (quizá nunca le interesó, pero terminó imponiendo la versión) la alcaldía de Córdoba y quizá, acaso, sopesaría la secretaría de Comunicaciones (allí donde tantos negocios se cruzan y entrecruzan, desde una constructora propia y/o favorita hasta el diezmo y el doble diezmo) en caso, claro, que el arquitecto Raúl Zarrabal junior sea lanzado como candidato a la alcaldía de Boca del Río.

Y es que, a todas leguas, Buganza necesita una pasarela de peso.

Y sólo la tendría en Comunicaciones, pues construiría lealtades y fidelidades con los constructos, ingenieros y arquitectos para, digamos, financiar el 2016.

IV

En el caso de Enrique Ampudia, las versiones encontradas sostienen que sigue como enviado de Manlio Fabio Beltrones y, quizá, hasta de Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong en el Veracruz próspero para reconstruir el caos armado con la derrota de Enrique Peña Nieto como candidato presidencial.
Otras versiones, en cambio, juran y perjuran que la ruptura con su amigo y jefe durante veinte años, Miguel Angel Yunes Linares, es un invento.

Y/o, en todo caso, si en la campaña electoral de 2010, cuando fungiera como coordinador general de Yunes Linares pa’gobernador hubo fisuras, malos entendidos, distancias, resentimientos, humillaciones, la raya pintada es tan frágil que en la nostalgia navideña y de fin de año, escuchando a José Alfredo Jiménez con eso de que “diciembre me gustó pa’que te vayas” y unos whiskazos, todo puede restañarse.

Y desde tal mirada con Buganza y Ampudia, los grupos priistas están con las uñas de punta, debido a que, ni hablar, un expanista y otro también los han relevado en la operación política.

Decepcionante, más, mucho más por lo siguiente: ningún veracruzano ha figurado en el gabinete peñista.

Y en el caso del director del IMSS, bastaría referir que es cuñado de Carlos Salinas de Gortari, uno de los gurúes del presidente de la República, y en el caso del subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernando Aportela, fue, es, socio, aliado y cómplice de Pedro Aspe Armella en su despacho Protego, Casa y Bolsa de Valores.

POSDATA: Más información en blog.expediente.mx

No hay comentarios: