Por Orlando Segura Hervert…
En uno de los días del séptimo mes del año en curso, Julio Poisot comenzó a vivir horas de desesperación y tragedia, un accidente automovilístico cerca de Monterrey Nuevo León, estuvo a punto de quitarle la vida, perdió a su suegra y él se debatió entre éste mundo y el más allá. Su familiares pensaron que no la libraría, que se quedaría en el quirófano y en terapia intensiva para siempre, los doctores dijeron que muy difícilmente se salvaría, muerte cerebral le diagnosticaron. Sin embargo, los suyos, los seres más cercanos, su esposa e hija, oraron, pidieron apoyo de la sociedad civil, de los amigos, organizaciones altruistas, del gobierno municipal y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, paulatinamente se fue recuperando, hoy con dificultad camina, se le ve más delgado, pero con muchos ánimos para dejar atrás el pasado.
Con un la voz entrecortada y leves lágrimas, pequeñas gotas en su rostro, expresa su sentir porque en el CRIT, con tenacidad, paciencia y disciplina, nuevamente lo están levantando, la unidad móvil adaptada que alguna vez aportara el DIF estatal presidida por Karime Macías de Duarte, le ha servido de mucha utilidad, trasladándolo a ese espacio en donde comenzó a realizar ciertos ejercicios y ahora con dificultades ya logra estar de pie y está saliendo adelante.
“Ha sido maravilloso el trabajo que están haciendo, en mi caso particular me habían diagnosticado muerte cerebral, me están sacando adelante, no tengo palabras para agradecerles, es magnífico el trabajo que están realizando”
El entrevistado recuerda con tristeza los hechos, solo escuchó que tronó una llanta, el automóvil volcó, su cabeza y cuerpo fueron arrastrados varios metros por la carretera, le dijeron que lo operaron, le limpiaron las heridas en el cráneo.
Reconoció ser un milagro de la vida y con terapias ahí la lleva, agradeció a Celín, Alberto, al equipo que lo acompaña por la incansable labor a favor de diferentes sectores, concluyó Julio Poisot.
En uno de los días del séptimo mes del año en curso, Julio Poisot comenzó a vivir horas de desesperación y tragedia, un accidente automovilístico cerca de Monterrey Nuevo León, estuvo a punto de quitarle la vida, perdió a su suegra y él se debatió entre éste mundo y el más allá. Su familiares pensaron que no la libraría, que se quedaría en el quirófano y en terapia intensiva para siempre, los doctores dijeron que muy difícilmente se salvaría, muerte cerebral le diagnosticaron. Sin embargo, los suyos, los seres más cercanos, su esposa e hija, oraron, pidieron apoyo de la sociedad civil, de los amigos, organizaciones altruistas, del gobierno municipal y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, paulatinamente se fue recuperando, hoy con dificultad camina, se le ve más delgado, pero con muchos ánimos para dejar atrás el pasado.
Con un la voz entrecortada y leves lágrimas, pequeñas gotas en su rostro, expresa su sentir porque en el CRIT, con tenacidad, paciencia y disciplina, nuevamente lo están levantando, la unidad móvil adaptada que alguna vez aportara el DIF estatal presidida por Karime Macías de Duarte, le ha servido de mucha utilidad, trasladándolo a ese espacio en donde comenzó a realizar ciertos ejercicios y ahora con dificultades ya logra estar de pie y está saliendo adelante.
“Ha sido maravilloso el trabajo que están haciendo, en mi caso particular me habían diagnosticado muerte cerebral, me están sacando adelante, no tengo palabras para agradecerles, es magnífico el trabajo que están realizando”
El entrevistado recuerda con tristeza los hechos, solo escuchó que tronó una llanta, el automóvil volcó, su cabeza y cuerpo fueron arrastrados varios metros por la carretera, le dijeron que lo operaron, le limpiaron las heridas en el cráneo.
Reconoció ser un milagro de la vida y con terapias ahí la lleva, agradeció a Celín, Alberto, al equipo que lo acompaña por la incansable labor a favor de diferentes sectores, concluyó Julio Poisot.
No hay comentarios:
Publicar un comentario