VAXTUXPAN...
En un recorrido realizado por diversos comercios de la zona centro, los propietarios o responsables de las negociaciones coincidieron, las ventas están para llorar, poca afluencia de personas, no hay liquidez ni movimiento económico y esto perjudica a todos, señalaron a este medio de comunicación.
A los consumidores no les llama la atención ni las presuntas ofertas exhibidas en carteles o en los aparadores, casi nadie entra a dichos establecimientos, ni siquiera para ver los artículos, productos o mercancías.
Urge los aguinaldos, la gente gasta cuando llega dicho recurso, aunque después tenga que empeñar algo en determinadas casas de este giro…
Las pocas personas que por curiosidad pasaban por la calles Morelos, Juárez, Garizurieta, Genaro Rodríguez, por mencionar algunas, argumentaban que la ropa por ejemplo de invierno no estaba nada barata en estos tiempos, los pequeños empresarios o comerciantes las subieron de precio y esto afecta la economía de las familias, quienes prefieren ponerse el vestuario de años anteriores o adquirir algunos “trapos y chamarras” en la ropa de segunda o asistir el fin de semana al mercadito “La Burrita” en Poza Rica.
Doña Susana Arias Rodríguez, argumentó que en su caso, el señor de su hogar, trabaja en la Termoeléctrica “Adolfo López Mateos” y ya le advirtieron que la chamba llega a su fin, habrá recorte, consecuentemente tendrá que buscar otras oportunidades laborales en otras empresas, así es que el dinero hay que administrarlo y ahorrarlo. Recordó el pasaje bíblico de las 7 vacas gordas y 7 vacas flacas, también el dicho popular: “ Hay veces que el pato nada, y hay otras que ni agua bebe”…
En un recorrido realizado por diversos comercios de la zona centro, los propietarios o responsables de las negociaciones coincidieron, las ventas están para llorar, poca afluencia de personas, no hay liquidez ni movimiento económico y esto perjudica a todos, señalaron a este medio de comunicación.
A los consumidores no les llama la atención ni las presuntas ofertas exhibidas en carteles o en los aparadores, casi nadie entra a dichos establecimientos, ni siquiera para ver los artículos, productos o mercancías.
Urge los aguinaldos, la gente gasta cuando llega dicho recurso, aunque después tenga que empeñar algo en determinadas casas de este giro…
Las pocas personas que por curiosidad pasaban por la calles Morelos, Juárez, Garizurieta, Genaro Rodríguez, por mencionar algunas, argumentaban que la ropa por ejemplo de invierno no estaba nada barata en estos tiempos, los pequeños empresarios o comerciantes las subieron de precio y esto afecta la economía de las familias, quienes prefieren ponerse el vestuario de años anteriores o adquirir algunos “trapos y chamarras” en la ropa de segunda o asistir el fin de semana al mercadito “La Burrita” en Poza Rica.
Doña Susana Arias Rodríguez, argumentó que en su caso, el señor de su hogar, trabaja en la Termoeléctrica “Adolfo López Mateos” y ya le advirtieron que la chamba llega a su fin, habrá recorte, consecuentemente tendrá que buscar otras oportunidades laborales en otras empresas, así es que el dinero hay que administrarlo y ahorrarlo. Recordó el pasaje bíblico de las 7 vacas gordas y 7 vacas flacas, también el dicho popular: “ Hay veces que el pato nada, y hay otras que ni agua bebe”…
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