lunes, 28 de enero de 2013

AVANCEMOS EN LA SUPERACIÓN DE LA VIOLENCIA...

Desde hace algún tiempo han aumentado las manifestaciones de violencia, generando dolor, angustia y miedo, que afectan negativamente a las personas, a las familias y a la sociedad toda. 

Han avanzado la ciencia y la técnica en el mundo de hoy, pero seguimos deshumanizados, divididos y violentos. No basta tener conocimientos técnicos y desarrollo científico; necesitamos crecer en valores y actitudes que nos humanicen y que generen unidad, cohesión y vida comunitaria 

Definamos la violencia 

La violencia es una acción negativa generada por maltrato, presión, sufrimiento, manipulación y otras acciones que atentan contra la integridad física, psicológica y moral de personas o grupos. 

Violencia es avasallar a los demás, invadir su mundo, sus intereses, sus valores o su estilo de vida. Puede ser la violencia extrema del secuestrador, del asaltante; puede ser la violencia del terrorismo y la guerra o de estructuras sociales represivas; y la violencia verbal en el trato a los demás en la familia, el trabajo, o el ambiente social. Puede ser el silencio, como expresión de soberbia, desprecio u odio. La violencia intrafamiliar: maltrato o abuso que se da en los mismos hogares 

Causas de la violencia 

La violencia tiene su raíz más profunda en el corazón del ser humano, a causa de la soberbia y del egoísmo. El robo, el asalto, el secuestro, pero también la mentira, la insensibilidad y el desprecio de los más pobres, son generadores de violencia e igualmente generan miseria, ignorancia y falta de oportunidades, especialmente cuando son fruto de injusticias o de estructuras manipuladoras. 

¿Cómo superar la espiral de la violencia? 

Tenemos que convencernos y decidirnos a superar ese espiral de muerte, para ir generando una cultura de mayor respeto, y un ambiente de paz y tranquilidad. Estamos cosechando violencia porque hemos sembrado violencia; necesitamos discernir para reorientar nuestra manera de ver y entender la vida, nuestros criterios y actitudes para ser más humanos y comprensivos. 

Está claro que la solución no se dará por arte de magia. Podremos avanzar en la superación de esta crisis si cada uno asumimos nuestra responsabilidad: las autoridades, los centros educativos, las familias, las Iglesias, los medios de comunicación y la sociedad 

Francisco, el santo de Asís, invitaba a vencer el mal a base de el bien. Frente al odio hay que poner amor, ante la injuria perdón. Esto tiene lógica, tiene verdad. Sin duda es el camino más difícil, pero también el más efectivo y transformador; es el camino para construir una cultura de paz, respeto e igualdad, es el camino de la civilización del amor. 

Juan Navarro Castellanos / Obispo de Tuxpan 

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