Por: Martha Cruz
Con la imposición de ceniza da inicio la cuaresma, que son los cuarenta días que los católicos tiene para prepararse antes de la semana santa o semana mayor en donde se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús; este tiempo de cuaresma inicia una vez concluido los carnavales, la fiesta de la carne, por lo que luego de estas tradiciones, los fieles se arrepienten de sus pecados, una vez recibiendo el signo de la cruz con la imposición de ceniza.
El obispo de la diócesis de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos indico que este es un día especialmente penitencial, en el que manifestamos el deseo personal de conversión a Dios, “Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio”.
Dio a conocer que el origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica, empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X.
Señaló que la bendición e imposición tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer en una celebración de la Palabra; la ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII. La fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán.
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