Hace dieciséis años que me desempeño como periodista, profesión
que ejerzo debidamente acreditada por la Universidad Nacional Autónoma de
México. Durante los últimos diez años, he dedicado parte de mi trabajo
profesional a investigar y hacer públicos graves casos de corrupción de
funcionarios de alto nivel de Petróleos Mexicanos (Pemex). Como represalia, he
sido objeto de amenazas de muerte, acoso judicial, agresiones, persecución,
vigilancia, intervención telefónica, bloqueo informativo y de un recurrente abuso
de poder.
Las amenazas se acentuaron en el 2008, cuando investigué y
publiqué los contratos que Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de
Gobernación de Felipe Calderón, firmó como contratista de Pemex, en una ilegal
dualidad como funcionario público. A partir de entonces llegué, inclusive, a
verme obligada a vivir y trabajar con una escolta personal y sistemas de
seguridad diversos.
En junio del 2012 me vi forzada a salir de México, bajo graves
amenazas y en circunstancias que ponían en riesgo mi vida. Para salvaguardar mi
integridad y frenar el acoso y la violencia de los que he sido víctima
?documentados por organismos y organizaciones nacionales e internacionales en
materia de libertad de expresión y de derechos humanos? me acogí a un programa
europeo de protección para perseguidos políticos, bajo un esquema de asilo
temporal.
Durante mi estancia en Europa he participado en múltiples
conferencias sobre mis investigaciones periodísticas y sobre las circunstancias
en que los periodistas trabajan en México, actividades a las cuales la prensa
europea ha dado amplia cobertura. Pero incluso aquí, en Alemania, donde estoy
ahora, soy blanco de acoso judicial por parte del diputado con fuero federal
Juan Bueno Torio, bajo las circunstancias que a continuación relato.
En febrero del 2010 apareció Camisas azules, manos negras,
libro de mi autoría publicado bajo el sello Grijalbo. Se trata de un trabajo
periodístico, producto de una exhaustiva investigación de más de seis años y
sustentado con numerosas fuentes de información documentales y vivas, que
revela graves actos de corrupción de altos funcionarios, durante las
administraciones de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, en
detrimento de Pemex.
La información contenida en el libro honra plenamente los
principios periodísticos de veracidad y objetividad. En uno de sus capítulos
aborda el desempeño que Juan Bueno Torio tuvo como director de Pemex Refinación
(del 2003 al 2006). Parte de las fuentes de información proviene de los
archivos de las propias áreas de gobierno, incluido Pemex, y algunos documentos
se encuentran reproducidos en la publicación.
El libro se presentó en espacios públicos y medios de comunicación
distintos. Durante dieciocho meses no hubo respuesta de Bueno Torio respecto de
la información publicada, ni siquiera cuando fue consultado por diversos medios
de comunicación que abordaron el contenido del libro en sus espacios
informativos.
En diciembre del 2010, por unanimidad de los diputados federales
de la LXII Legislatura, el Congreso de la Unión creó la llamada Comisión
Especial pluripartidista que se encargue de investigar las denuncias ciudadanas
contenidas en el libro Camisas azules, manos negras, según puede
cotejarse en la Gaceta Parlamentaria, núm. 3164, del viernes 17 de diciembre
del 2010.
Fuente: RADIO AMLO…
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