Por: Tere Quintanilla
Pese a que ya dio inicio la cuaresma, vendedores de pescados y mariscos se dicen aún lejos de mantener un nivel aceptable en ventas y en cambio quienes ya han sacado más que ganancias son los dedicados a la comercialización de pollo.
De esta forma en plena cuaresma, los marisqueros han tenido que reducir su catálogo de productos, pues el escenario no pinta como pensaban.
Instalados tanto en el mercado “Enrique Rodríguez Cano”, como en el Héroes del 47, así como en algunos establecimientos formales e informales en la zona centro, apuntan a que el cliente ha aumentado su preferencia de un 50 a 60 por ciento, pero aún no llega a considerarse como una buena temporada de venta.
Coincidieron al señalar que la abstención de la carne roja se ha suplido no por la del mar sino por la procedente de las granjas, es decir la carne de pollo, cuyo precio no llega a los 40 pesos, en tanto que uno de filete está en no menos 90 o uno de camarón a 120 pesos, lo que deriva en el hecho de que los primeros tengan incremento de hasta un 90 por ciento en sus percepciones.
Así, la preferencia de carnes no es cuestión de fe sino de capacidad de los bolsillos, mismos que en esta Cuaresma han optado por lo más barato.
Una de las comerciantes de un establecimiento marisquero mencionó que la situación económica fue pareja y es contada la gente que se acerca a los puestos a adquirir sus productos, a la vez señaló que la competencia desleal, que va casa por casa ofertando los pescados y el camarón, no les ayuda en mucho, pues la gente prefiere la comodidad, aunque el precio y el tamaño del producto sea igual o menor.
Pese a todo lo anterior los comerciantes de marisco argumentaron que para los días de vacaciones y de la semana mayor, se espera un repunte considerable, ya que los turistas que llegan al puerto consumen mucho este tipo de productos.
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