Las elecciones de ayer fueron sistemáticamente fraudulentas. El gobierno veracruzano y su partido se desdoblaron con su característica maquinaria que impulsó una elección de Estado. Aunque desde muy temprano se realizó la denuncia del uso ilegal de los programas sociales para inducir a sus beneficiarios a votar por el PRI, y se señalaron las grandes omisiones así como los actos de connivencia por parte del Instituto Electoral Veracruzano para permitirle al PRI-gobierno todo tipo de trapacerías, como el acarreo descarado y la compra de votos, se configuró una jornada electoral que violentó los principios de: legalidad, imparcialidad, objetividad, certeza, independencia, profesionalismo, equidad y definitividad, que la Constitución Política manda, por lo que también, en última instancia así lo denunciaron los ciudadanos que integraron la Comisión Plural que forma parte del Adendum del Pacto por México, quienes finalmente renunciaron a su encargo al descubrir la ausencia de reales garantías para garantizar una elección bajo los principios que marca la Constitución.
El factor violencia en todas sus modalidades se hizo presente, así en contra candidatos y partidos opositores adquirió rangos criminales con tal de lograr el efecto de disuadir a los ciudadanos y así evitar que votaran; por ello, el atraco cometido a los ciudadanos conlleva el riesgo de construir gobiernos más corruptos e ilegítimos que no le rinden cuentas a la población y que trabajan desde la opacidad y que siempre terminan robándose el erario, porque no tienen ningún control ciudadano, ni quien quiera denunciarlos. No está de más recordar el grave endeudamiento que vive el Estado de Veracruz y los muy altos niveles de pobreza que se registran por causa de los malos administradores que son los gobiernos priistas.
Entre el fraude por compra de votos y desborde de los excesos por topes de campaña, donde ofensivamente se derrocharon grandes cantidades de dinero de origen particular, dudosos e inciertos, sobresale un grave abstencionismo que deslegitima todo gobierno y nos expone a que los conflictos sociales se diriman por otras vías; sin duda, el gobierno priista y sus corifeos, que son los integrantes del IEV, son responsables de las graves tensiones que se están generando entre la ciudadanía por la falta de espacios y elecciones realmente democráticas.
Los candidatos de diversos partidos denunciamos públicamente las elecciones de Estado implementadas por el gobernador Javier Duarte de Ochoa y su equipo, así como también las acciones y omisiones graves del IEV, por lo que exigimos que este organismo cumpla con su trabajo y en su caso se subsanen los errores o se ANULEN las casillas que mantengan graves faltas a la Ley, situación que conlleva a que las elecciones tengan que realizarse de nuevo. Es necesario que las elecciones se lleven a cabo por el Instituto Federal Electoral y no por un IEV viciado; de igual modo, que se investigue a fondo el monto de los gastos de campaña y el origen de los recursos desmedidos que utilizaron tanto el gobierno como su partido; es necesario también fincar responsabilidades penales contra quien resulte responsable de dicho manejo indebido de recursos, y que se considere como autores intelectuales al gobernador y a los candidatos del PRI, a quienes también los hacemos responsables de todo ataque que puedan sufrir los candidatos de oposición y sus familias.
El próximo miércoles 10 de julio estaremos las oficinas del IEV exigiendo la limpieza del proceso electoral, la anulación de los comicios notoriamente fraudulentos, solicitando la realización de nuevas elecciones extraordinarias por parte del IFE y proponiendo una profunda reforma electoral que castigue severamente la compra de votos y el rebase de los topes de campaña, encrudeciendo la pena por esos delitos y que se otorguen atribuciones de oficio para investigar el uso de recursos del órgano electoral, también es necesario que no se nos vayan impunes los representantes del IEV, es una vergüenza que nunca se concedió un verdadero ejercicio democrático de debate, por lo que también se pide que se obligue a los candidatos a debatir frente a la ciudadanía, por lo que también es necesario que se revoque el mandato a los consejeros corruptos y agilice el procedimiento para castigar a los delincuentes electorales.
La democracia es un ejercicio de hombres y mujeres libres para integrar gobiernos que respondan de manera transparente a las necesidad de toda la población, que rindan cuentas y garanticen plenamente un desarrollo sustentable y armonioso con el ecosistema; impulsen la plena igualdad de mujeres y hombres, pero sobretodo garanticen empleo con salario digno y castiguen sin ambages todo acto de corrupción.
La democracia no se agota en las elecciones y menos en las elecciones fraudulentas de Estado, la democracia se construye en la cotidianidad del ciudadano y por ello, no solamente denunciamos este fraude, sino que convocamos a la ciudadanía a manifestarse y defender su derecho a elegir en libertad a sus gobernantes.
Isael Petronio Cantú Nájera
Excandidato a diputado local por el distrito XI de Xalapa.
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