*vámonos de fiesta medieval
Por: Nancy Jácome
Siempre he visto en películas estadounidenses las famosas ferias medievales que realizan los ciudadanos, sin embargo nunca he estado en una de ellas. Pero el año pasado una amiga me invito a Santa María Regla situada en Huasca Hidalgo para disfrutar de un fin semana medieval.
Como el próximo 17 de agosto se llevara a cabo el cuarto festival medieval en las instalaciones de lo que fue una de las primeras haciendas del lugar, decidí platicarles un poco de mi experiencia con el objetivo de que se animen a ir a pasar un agradable tiempo familiar disfrutando de las aventuras que se desarrollaron hace mucho tiempo en lugares lejanos.
Queda muy cerca de Tuxpan y Poza Rica, en un día llegas y al siguiente te regresas o al menos eso hicimos nosotros, que llegamos un sábado por la mañana y retornamos a nuestras casas un domingo en la tarde, eso sí gasten en lo necesario no sean como yo que hasta mi corinita medieval de acero me compre.
El esfuerzo es loable por parte de los organizadores y la feria apenas comienza a ser conocida, por lo que es fácil disfrutar de las atracciones sin toparse con un mar de gente. Aunque la hacienda ofrece habitaciones, el grupo con el que iba se hospedo en un hotel a las afueras del pueblo de Huasca en donde nos ofrecieron un recorrido nocturno que realmente no tomamos por andar en la feria que termino a altas horas de la noche.
Santa María Regla es una de las primeras haciendas construidas por el Conde español Don Pedro Romero de Terreros, hecha con piedra da la impresión de ser los vestigios de un castillo, aunque en sus mejores años fue lugar donde se trabajó el oro y la plata.
Tras pagar nuestro boleto entramos en un mundo mágico donde nos encontramos con estandartes de diferentes casas deslizándose por las antiguas construcciones, con el rey, la reina y su cortejo. Como todo lugar bien organizado nos dieron, una guía de actividades a las que hicimos caso omiso y nos pusimos a recorrer y chacharear como quisimos.
Recorrimos las instalaciones que por sí solas ya son hermosas, ¡ya saben con cámara en mano uno se convierte en modelo natural! y pues ya de paso nos dignamos a tomarnos fotos con todos los representantes de la corona, con el rey, la reina, sus vasallos y sus caballeros. Disfrutamos de las justas que hicieron los caballeros en sus hermosos potrillos y las peleas con sus espadas en el suelo desnudo. Entre cada justa entraba el soplador de fuego y el gaitero con su instrumento de viento para dar diversión a los espectadores ¡con el gaitero también me tome foto ¿Por qué no?!, caminamos por el lugar de tiendas y nos encontramos a grupos de caballeros templarios, a un mago y lector de cartas y todos los suvenires del tiempo medieval que quisiéramos llevar, desde espadas forjadas,escudos, armas cortas, cota de malla, hasta diademas medievales, aretes, pulseras. Todo para quedar absolutamente ambientados en la época.
En otro lado de la hacienda se les enseñaba a los niños como pelear con espadas pero eso no me intereso mucho, yo me fui a tomarme fotos con el águila ¡sí quieren una foto con el águila hagan brazo por que pesan mucho! y me también me retarte con la serpiente ¡no me pregunten qué tipo era porque no le recuerdo yo estaba casi temblando cuando me tome la foto!. Pasamos a la iglesia para observar la colección de armas y para retratarnos como reyes y princesas, ahí te dan el atuendo y te prestan una gran silla.
Las actividades del primer día acabaron por la noche con una representación en el lago de una muerte vikinga y con unas chicas danzando con anillos de fuego alrededor de sus piernas, brazos y cintura. Una noche fría y mágica que nos dejó un grato recuerdo y un hambre voraz, los ricos pastes que comimos a medio día ya habían perdido su efecto, por lo que salimos en carrera apresurada a comprar la cena. Es esto para lo que deben estar preparados, en Huesca los locales de comida cierra temprano hasta en los hoteles, nosotros afortunadamente encontramos un local que estaba a punto de cerrar y cocinera no nos negó el servicio, después de nosotros otros grupos más de jóvenes llegaron al lugar para saciar su hambre. En mi opinión guarden unos pastes que son unos ricos panecillos de la localidad que les servirán para saciar el hambre en caso de no encontrar restaurante abierto.
El domingo decidimos ya no ir a la feria medieval, nos apuntamos a desayunar en la Hacienda San Miguel Regla la última que construyo el conde español y que por tanto tiene la estructura más moderna. Ahí llegamos para comprar el platillo bufete que ofrece un recorrido por las instalaciones, como mis amigos ya habían estado ahí con anterioridad omitimos estar con el grupo y nos fuimos de excursión por todo el lugar.
Un impresionante edén fue lo que encontramos con un lago que conecta un jardín con otro, en este lugar es el trabajo de los jardineros el que añade ese sentimiento de encontrarte en un cuento de hadas, la instalación tiene múltiples habitaciones para pasar un reconfortante fin de semana alejados del estrés de la ciudad. Es para descansar la vista y el alma.
Después del recorrido y la obligada sesión de fotos, fuimos a Los Prismas Basálticos de Huesca, estos prismas son el resultado del enfriamiento lento de la lava hace varios millones de años en columnas geométricas de basalto que decoran las paredes de la barranca de Santa María Regla, en la que pequeñas cascadas caen para alimentar la presa de San Antonio Regla.
Cabe hacer mención que San Antonio también fue una hacienda, ahora inundada para convertirse en la presa del lugar, para llegar a los prismas debes pasar a un lado de él. Con muchas actividades para hacer ahí, nosotros preferimos realizar solamente el recorrido para regresar a casa antes del anochecer. ¿Me falto mucho por conocer? Claro que me falto mucho por recorrer pero el tiempo se nos acabó y al día siguiente había que trabajar, para los interesados les dejo las páginas http://www.sanmiguelregla.com/ y http://www.haciendaderegla.com.mx/ Huesca es un bonito lugar para ir en familia o con amigos. ¡no se lo pierdan!
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