lunes, 2 de septiembre de 2013

La garantía de seguridad pública y paz social

Por Senador Héctor Yunes Landa...
Un Estado que no es capaz de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y mantener la convivencia cordial entre ellos, es un Estado que ha perdido su principal razón de existir.

El gobierno federal sabe que su fundamento es mantener la paz social. Hoy en día, la seguridad pública es la principal demanda de los mexicanos y anhelo de aquellos extranjeros que desean visitar a nuestro país.

La estrategia del nuevo gobierno mexicano ha sido clara y contundente enfocándose a combatir el fenómeno delictivo con una visión integral, que sitúa a la persona y el respeto de sus derechos, en el centro de los esfuerzos públicos.

La nueva estrategia del presidente Enrique Peña Nieto contra el crimen organizado tiene un fuerte enfoque de desarrollo social tendiente a la reconstrucción del tejido social por medio de la Cruzada Nacional Contra el Hambre y la creación del Programa Nacional para la Prevención del Social de la Violencia y la Delincuencia, buscando atender las causas económicas, sociales y culturales que propician la actividad delictiva.

Coincido en que una estrategia de combate al delito debe hacer énfasis en una justicia penal eficaz para que los delincuentes tengan claro que el que comete un delito termina pagándolo y reparando el daño a la víctima del delito. Uno de los principales problemas en nuestro país ha sido la impunidad de los delitos que se cometen en México sólo el 5% se denuncian y menos de la mitad tienen una resolución enfocada a resarcir el daño.

Sin duda, la profesionalización y fortalecimiento de los cuerpos de policía es primordial para mantener el orden en las calles y crear el sentimiento de protección cercana al ciudadano, de ahí la concepción de la Gendarmería Nacional, como una nueva decisión de la policía federal, a partir de la integración de elementos civiles con formación militar y policial.

Otro aspecto importante es nuestro sistema penitenciario, el cual debe ser eficiente. Las cárceles deben estar diseñadas con niveles adecuados de seguridad y salubridad, con una distinción operativa entre la prisión preventiva, la prisión durante el proceso y la prisión del sentenciado y, en esta última, separar de manera lógica a los delincuentes peligrosos como los homicidas y secuestradores, de los delincuentes de delitos menores y los de cuello blanco.

En repetidas ocasiones hemos mencionado que el éxito de las acciones gubernamentales depende en gran medida de la participación y compromiso de los ciudadanos. Este tema de la prevención de seguridad pública no es la excepción, por eso hay que promover y participar la denuncia ciudadana, la creación de los comités vecinales y las labores de servicio social y reconstrucción del tejido comunitario. Además, los ciudadanos deben participar más activamente en la evaluación y seguimiento de las acciones y esfuerzos del gobierno.

Últimamente hemos observado la trascendencia de la cooperación internacional para detener a los principales delincuentes mexicanos, principalmente con los países de la región como Estados Unidos y de América Latina. La coordinación y trabajos de inteligencia conjuntos son la base para lograr más detenciones importantes y debilitar a los grandes grupos transnacionales de la delincuencia organizada.

Las acciones del gobierno federal están siendo contundentes y arrojando resultados importantes, demostrando que vamos en el camino correcto: 62 de los 121 presuntos delincuentes más buscados ya no son una amenaza para la sociedad, pero más importante aún es que muchas de estas detenciones se han logrado sin un solo disparo, lo que nos habla de un importante trabajo de inteligencia. Asimismo, de diciembre de 2012 a julio de 2013, se redujeron 20% los homicidios vinculados con delitos federales respecto del mismo periodo del año anterior.

Los mexicanos estamos cansados de observar derramamiento de sangre innecesaria, ya no queremos más crueldad en las calles, por eso resalto el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de fortalecer y lograr una mejor prevención del delito. 

Por otra parte, el Poder Judicial está enfocado en el debido proceso, a fin de poner tras las rejas a todos aquellos delincuentes que han dañado el tejido social en México y que han dejado heridas a muchas familias en nuestro país, sobre todo ante las cuestionadas liberaciones de personas ligadas con el secuestro y el narcotráfico en nuestro país.

Mi compromiso como Senador de la República es legislar para tener más elementos legales que logren el restablecimiento de la paz social y perfeccionar la reparación del daño a las víctimas del delito; no existe mayor deseo en mí, que ver un país armónico, en sana convivencia ciudadana y respeto al marco jurídico. 

PD. Hoy, 1 de septiembre a las cinco de la tarde sesionó el Congreso General para la apertura del Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Segundo Año de Ejercicio de la LXII Legislatura. Asimismo, este domingo se recibe el primer Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, al que haremos la Glosa correspondiente.

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hector.yunes@senado.gob.mx

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