viernes, 4 de octubre de 2013

2 DE OCTUBRE: MISMOS SUEÑOS

Uriel Flores Aguayo

Se cumplieron 45 años de la represión y matanza de 1968 en nuestro país; se ha escrito mucho al respecto, se han documentado con detalles los hechos y las responsabilidades, vive con nosotros una especie de subcultura al respecto; guste o no, ese dos de octubre no se olvida, por el impacto de sus imágenes, por su contexto nacional e internacional y porque que fue un movimiento real, profundo y auténtico; pero tampoco se olvida porque gran parte de sus objetivos y demandas no se han cumplido.

Vivir el dos de octubre del 2013 y poder compararlo con el del 68 nos permite darnos cuenta en donde estamos parados en bienestar social y en democracia, verificar que tanto hemos avanzado en los ideales y planteamientos concretos que enarbolaban los estudiantes de entonces. Es fácil y concreto, vamos a guiarnos con un punteo simple: ¿que ha sido de los poderes políticos?, ¿hasta donde están al servicio de los ciudadanos?, ¿que tanto nos representan?; ¿y los partidos políticos?, preguntémonos si expresan nuestros intereses, si son abiertos, transparentes y si respetan mínimos de identidad ideológica; los medios de comunicación, cerrados absolutamente en el 68, que tanto se han abierto, liberado y profesionalizado; la situación social y económica, revisemos los indicadores de aquellos años y cotejémoslos con los de hoy; cuestionemos que ha sido de los presupuestos, de las políticas y programas públicos, de nuestros recursos; a dónde han ido a parar.

En lo personal creo que, en sentido estricto, en aspectos sustanciales, somos muy parecidos al 68, me explico: nuestra sociedad sigue siendo igual o más desigual, con 53 millones de pobres oficialmente, lo cual cuestiona todo y nos hace un país anormal; las elecciones no son plenamente libres, resultando autoridades y representantes sin legitimidad y alejados de las mayorías; la libertad de expresión, libertad mayor, esta acotada por intereses políticos y económicos; los poderes públicos son de auto consumo y no se guían por el interés general, al contrario, son un brazo de los poderes facticos, legales o no; la democracia que hemos construido es precaria y formal, mientras que el estado de derecho sigue siendo una asignatura pendiente.

Por eso siguen vigentes los ideales del 68, por eso sigue tan vivo y tan presente, porque los motivos de esa lucha se conservan casi intactos. Los movimientos sociales, nos enseña la historia, ocurren en determinados momentos históricos, se presentan en un contexto determinado, son producto de una acumulación de causas, contra los que pudieran creer que son el resultado de un líder o, peor, de una conspiración. La chispa puede variar circunstancialmente, es decir, que se presente un motivo fuerte, que haya un acto represivo o así nada más: tomemos los ejemplos del 88, del 2006 y, actual, el movimiento magisterial. En todos esos casos, independientemente de la causa, legal o electoral, nos hemos visto ante verdaderos movimientos sociales. Es curioso que desde el poder autoritario y la política tradicional, así como en ámbitos privilegiados o desinformados todavía se invoque la salida represiva, omitiendo las lecciones históricas y las deudas con las mayorías; deberían saber que un paso en falso nos puede colocar en una situación de caos social. Insisto que México será valioso e indispensable cuando en su sociedad se reconozca al honesto, al estudioso y al trabajador; todo está estructurado en sentido contrario a esos valores, por lo que se hace indispensable seguir luchando por las banderas del 68 más las de ahora. Lamento que la fuerza política en que milito (PRD) se encuentre extraviada, disfrutando para su burocracia las mieles del poder y dando la espalda al pueblo.

Recadito: En el PRD- rojo se ofrecen de mercenarios y de mojigangas para " todos santos".
ufa.1959@gmail.com

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