J. Enrique Olivera Arce
“¿Por quién doblan las campanas?”
+ Apotegmas
“La política de las componendas se desliza inevitablemente hasta el último grado de la felonía…” León Trotsky (Literatura y revolución)
En Argentina, Juan Domingo Perón creó el apotegma que describe al peronismo: “Los peronistas somos como los gatos, cuando parece que nos estamos peleando es que nos estamos reproduciendo” Lo cual es aplicable en todo tiempo a la clase política en México, el pleito simulado entre las diversas fuerzas electorales, es un proceso permanente e ininterrumpido de gestación de corrupción, impunidad y miseria moral, cuya máxima expresión en el presente, es el llamado “pacto por México” suscrito de espaldas a la democracia por la cúpula de una partidocracia corrupta y voraz.
Y en este marco paradigmático, Cesar Camacho Quiroz, dirigente nacional del PRI, pontifica a favor del pacto sosteniendo que este mecanismo de diálogo y concertación al más alto nivel partidista, está dando calidad a la democracia. ¡Vaya paradoja!
Como también resulta paradójico el que el gobierno de México, hoy en la alternancia a manos del PRI, se desgarre las vestiduras por el rumbo que viene tomando el movimiento magisterial en lucha, cuando el partido tricolor y nadie más, engendrara al monstruo que hoy le tiene contra la pared.
La prensa oficialista se hace eco: Aplicar la ley a los profesores movilizados. ¿Cuál ley, la de Herodes o la del embudo?
A lo largo de varias décadas, el pueblo de México más que atender al apotegma liberal juarista, que todo mundo conoce pero que nadie valora en sus alcances, generó uno propio: “El PRI nunca pierde y cuando pierde, arrebata”. Y en este singular apotegma nacido de las entrañas populares, así como el dinosaurio en el poder sustentara el proceso de educación y aculturación afín a sus intereses hegemónicos, las mayorías subordinadas educadas en la sumisión, aprendiendo que los derechos humanos, económicos y sociales que se les niega, sólo serán alcanzables mediante la lucha y la conquista en la calle… arrebatando.
Las generaciones adultas de nuestros días, siendo engendro de más de 70 años de autoritarismo presidencialista, formadas ideológicamente en el seno del poder hegemónico, así deberíamos entender esta paradoja y aceptarla antes que escandalizarnos y satanizar a los movimientos sociales que toman la calle.
Somos lo que mamamos del PRI y a su imagen y semejanza en consecuencia actuamos como actuamos en el largo camino del proceso de democracia simulada… ¿Hasta hoy?
Todo principio tiene un final para acceder a otro principio con renovados y superiores propósitos. El vaso está medio lleno o medio vacío, hasta que se derrama; la escuela social, política y cultural impuesta por el autoritarismo antidemocrático del presidencialismo priísta está agotada. Nuevas generaciones arriban con estruendo, exigiendo no más democracia simulada. No más escuela priísta que castrando somete, y que, parafraseando a José Carlos Mariátegui, no redime moral, económica y socialmente a las masas subordinadas.
Frente a la dominación absolutista, “… el único camino que conduce al renacimiento es la escuela de la vida pública por sí misma, es la democracia ilimitada y lo más ancha posible”. Expresara en su momento Rosa Luxemburgo.
Es la escuela de la vida que en la calle participando solidariamente, golpe a golpe enseña el camino colectivo de la abolición del sometimiento y servidumbre así como el de construcción de ciudadanía y democracia. A eso estamos arribando; las campanas doblan anunciando el fin del Ancien Régime; el paso a la basura de la historia del viejo apotegma que nos sometía mentalmente a los arrebatos del PRI.
Paradójico, contrahechos a imagen y semejanza del dinosaurio redivivo, los hijos devorándole las entrañas en busca de nuevos horizontes.
No es culpa de Peña Nieto y sus presuntas reformas estructurales neoliberales y socialmente retrógradas, es el viejo árbol del hartazgo que fructifica. Proceso dialéctico de acumulación de agravios e injusticias en una sociedad cuyas mayorías subordinadas, habiendo crecido cuantitativamente a la sombra del PRI y su perversa versión paternalista de la Revolución Mexicana, cualitativamente marchan ya en busca de luz propia.
Bienvenida sea la movilización del magisterio.
Hojas que se lleva el viento
La zarandeada al tapanco está poniendo a temblar a los enanos. José Yunes Zorrilla, senador de la República, más que lograr convencer de las bondades de las reformas presuntamente estructurales del “presidente valiente”, está dejando claro con sus encuentros con diversos sectores de la vida social y económica de la entidad que como candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz en el 2016, no cantaría mal las rancheras. Va en caballo de hacienda y salvo circunstancias en contra ajenas a su voluntad y sí sujetas al futuro electoral de su partido hoy cuestionado, deja ya muy mal parados en sus aspiraciones a los enanos del establo duartista.
¡Aguas! No hay que perder de vista que la del sector salud es una más de las reformas regresivas puestas en el tintero del Sr. Peña por los poderes fácticos. Las aseguradoras van tras el IMSS y el ISSSTE.- Xalapa, Ver., octubre de 2013
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