Nueve activistas de Greenpeace obtuvieron la libertad bajo fianza en San Petesburgo. En total, 12 del grupo conocido como los 30 del Ártico han recibido notificaciones de que podrán ser liberados pronto.
Los detenidos deben demostrar una garantía de que pueden cubrir la fianza de 2 millones de rublos (45 mil euros). Sin embargo, las autoridades rechazaron este mismo recurso para el activista australiano Colin Rusell, una orden que Greenpeace combatirá con determinación.
Los activistas que hoy obtuvieron la libertad bajo fianza son Sini Saarela (Finlandia), David Haussmann (Nueva Zelanda); Miguel Hernán Perez Orzi y Camila Speziale (Argentina), Paul D. Ruzycki (Canadá), Tomasz Dziemianczuk (Polonia), Francesco Pisanu (Francia), Christian D'Alessandro (Italia), y Ana Paula Alminhana Maciel (Brasil).
A los acontecimientos de hoy se suman los tres activistas rusos que ayer obtuvieron este mismo recurso.
"Estas son las mejores noticias que he recibido en dos meses, pero la justicia se habrá impuesto solo cuando estos cargos absurdos (vandalismo y piratería) hayan sido desechados. Una persona que solo busca el bien del planeta, como mi hija, debe ser reconocida por sus acciones, no acusada injustificadamente”, afirmó la madre de la activista brasileña Ana Paula.
Los fiscales en el Tribunal no buscan ampliar el periodo de detención por piratería, el cargo original. Sin embargo, la retirada formal de este cargo debe solicitarse a través de una declaración escrita. Los abogados de los detenidos han solicitado esta declaración pero no se les ha concedido, indicando que se trata de una decisión política y no basada en el análisis de los responsables judiciales.
Mads Christensen, de Greenpeace Internacional, resaltó que no es momento de celebrar.
“No podemos saber si los 30 del Ártico podrán ir a casa pronto. Ninguno tiene pasaporte, hasta este punto su movilidad podría estar restringida a territorio ruso, además, siguen acusados de al menos un delito grave que podría llevarlos a la cárcel por muchos años, dijo Christensen.
Fuente: Greenpeace.
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