Por Orlando Segura
Los que están a favor del Puerto Profundo Tuxpan II, auguran bonanza, modernidad, progreso y competitividad, el desarrollo portuario y económico de toda esta zona, el progreso de la región, miles de empleos indirectos y directos con la realización y ejecución de las obras que se requieren para llevar a cabo ese gran proyecto.
Sin embargo, entre los especialistas, ambientalistas, no todos coinciden con la argumentación ejecutiva, ni con las voces oficiales del gobierno, señalan que si no se tiene cuidado, vendrán cambios y modificaciones en los ecosistemas, la biodiversidad que ocasionarán el desastre ecológico de toda una superficie en donde se piensan colocar por ejemplo, 4 kilómetros de escolleras que indiscutiblemente afectarán el medio ambiente. Agregan además que una decisión de ese tipo, no pude ser tomada por solo unos cuantos, llaman a la realización de una consulta pública para conocer cada detalle de lo que se piensa hacer para amortiguar los efectos al entorno natural.
El catedrático de la Universidad Veracruzana, Francisco Javier Martos Fernández, sostiene que este tipo de proyectos se han implementado en otros lugares del mundo, en lugares que son geográficamente diferentes a Tuxpan, en donde hay bahías.
El biólogo reitera que se verán afectadas las zonas RAMSAR en Tuxpan y también en las costas de Cazones. Asegura que los cambios en el oleaje, la marea, etc., destruirán entre otras, la playa sur.
No obstantes las opiniones de alerta de quienes han dedicado su vida profesional al cuidado de la naturaleza, que les ha tocado convivir con las especies, la naturaleza y los diferentes tipos de seres vivos. La empresa SEGA (Sistemas Estratégicos para la Gestión Ambiental. S.A. de C.V.) en un documento de 33 cuartillas enfatiza y pone el acento en el crecimiento económico, como en el mejoramiento del ingreso y aumento de la población económicamente activa, los resultados que todo esto generará.
Pero también están conscientes de la serie de transformaciones que se darán en toda esa demarcación, y lo justifican bajo el binomio costo – beneficio: …”El desarrollo del proyecto acarreará una serie de impactos en el sistema ambiental de tipo negativo y también benéfico. El balance de estos impactos indican que el proyecto es viable de ser realizado, ya que aquellos que se consideran negativos, en su mayoría tienen forma de ser prevenidos, mitigados, o bien, compensados, sin que ejerzan una mayor presión en la calidad de los recursos y su funcionamiento. Los impactos positivos implican entonces ganancias mayores para el desarrollo socioeconómico de la región”.
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