lunes, 31 de marzo de 2014

LA ANEMIA SE PREVIENE CON UNA BUENA DIETA BALANCEADA

ENVIADO A VAXTUXPAN…

Entre las principales causas de anemia en las mujeres, se encuentran: mala nutrición, menstruaciones abundantes por problemas ginecológicos (como miomas uterinos o quistes en la matriz) y dietas rigurosas para adelgazar.

Esta deficiencia de glóbulos rojos es un problema frecuente entre las mujeres en edad reproductiva, externó el supervisor delegacional de Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la delegación Veracruz Norte, Raúl Ávila Flores.

Dijo que es común detectar por hallazgo, es decir la paciente acude al médico por otra enfermedad y al hacerle estudios encuentra que tiene déficit de glóbulos rojos. 

La anemia también puede deberse al insuficiente aporte de hierro, causado por pequeñas hemorragias a nivel del tubo digestivo, úlceras o gastritis y por hemorroides de larga evolución -el sangrado puede no ser importante, pero si es continuo por varios meses o incluso años- también es factor para padecer la enfermedad, subrayó.

La anemia cuando se manifiesta es con mareo o cansancio crónico, fatiga, palidez, palpitaciones y en caso de ser muy avanzada hasta con pérdida de la conciencia (desmayo).

Los síntomas no pueden presentarse de inmediato, ya que dependerá de las condiciones de cada paciente y de la cronicidad de la anemia, pues el cuerpo se va adaptando a esta deficiencia de hierro en la sangre.

Hay pacientes con bajos niveles de hemoglobina y no tienen ninguna molestia, lo que depende de la susceptibilidad de cada persona y de su ritmo de vida.

Se recomienda acudir con un nutriólogo en caso de querer bajar de peso y no experimentar con dietas, sobre todo en las que se deja de comer, práctica común entre las jovencitas por su deseo de estar delgadas. 

Asimismo es importante evitar la comida rápida o chatarra, pues aunque muchas calman el hambre no aportan los nutrientes necesarios y son causa de sobrepeso u obesidad.

La anemia en la mayoría de los casos es prevenible si se mantiene una dieta balanceada, en la que incluyan los cinco grupos de alimentos: cereales, legumbres y sus derivados; hortalizas, frutas y semillas; carnes, pescado y huevo, y también aceites, grasas y azúcares (estas en menor proporción).

Es importante administrarse un aporte extra de hierro y consumir en mayor cantidad alimentos que contengan este mineral, como son las verduras, principalmente las de hoja verde oscuro: espinacas, berros, romeros y chile; además de los granos como el frijol, garbanzo y lentejas, entre otros.

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