El 15 de mayo se celebró el Día del Maestro, vaya para ellos mi más sincera felicitación, hay que decirlo con toda honestidad, es mucho lo que le debemos a quienes se dedican a la loable tarea de enseñar en las aulas, merecen todo nuestro cariño y respeto, aunque mediáticamente se les trate de desprestigiar, pero si no fuera por ellos, hace tiempo que este país habría caído al abismo de la catástrofe. Dicen por ahí que sin educación no hay prosperidad ni progreso, de ahí la importancia de destinar lo justo en recursos para alcanzar la grandeza como patria y nación, la UNESCO recomienda el 8 por ciento del Producto Interno Bruto.
Maestros con vocación y pasión los hay, maestros que se ponen la camiseta, que le apuestan a la niñez, los adolescentes y a la juventud, los hay. Docentes que trabajan en condiciones precarias, sin infraestructura, sin aire acondicionado, sin los elementos más indispensables, los hay. Profesores que les gusta su trabajo y que se la rifan por las presentes y futuras generaciones, los hay.
Hace 44 años aproximadamente, en la hacienda La Noria, ubicado en algún punto del municipio de Álamo, Sinforoso estudió la primaria en la escuela “Raúl R. Nuñez”, ahí aprendió las primeras letras y le tocó convivir con otros 30 alumnos, el Profe Prócoro se empeñaba en inculcar el conocimiento, la disciplina férrea, y al que se rebelaba, lo castigaba con una varita de “chilillo”, el correctivo era avalado por la asamblea de padres de familia. El señor comenzaba con los de primero, les dejaba tarea y se pasaba con los de segundo grado hasta llegar al sexto, era como ustedes comprenderán un maestro unitario, daba clases en la mañana y en la tarde, rigurosamente todos los estudiantes, le ponían atención, participaban, actuaban y ensayaban en los actos cívicos, de él recibieron el español, las matemáticas, la historia, la geografía, las ciencias naturales, las mujeres a bordar y los niños hasta elaboraron una hamaca.
La disciplina nunca gusta a nadie, tan es así que Sinforoso y sus compañeros, en venganza por tantas normas y reglas, por tanta academia le pusieron El Maestro Canelo, cosas de la infancia, a esa edad no se valora lo que se tiene hasta que lo ves perdido.
En fin, cada quien habla como le fue en la fiesta. En ese sentido, el Instituto Mexicano para la Competitividad, dio a conocer algunos datos de cómo funciona el mapa salarial del sector educativo, 70 docentes ganan más que el Presidente de la República Mexicana, Enrique Peña Nieto, cuyo salario mensual es de 193 mil 478 pesos.
Hay además un angelito de nombre A. Ramírez Z. del estado de Oaxaca que gana 603 mil 069 pesos al mes, y pues no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
La propia Secretaria de Educación Pública ya dijo que la información no corresponde a la realidad, la duda ahí quedó
En Tuxpan, hay otro personaje que tiene 12 plazas, la pregunta es ¿Cómo le hace?, el sistema así funciona, privilegia al carga maletas y castiga el perfil académico, y el sindicalismo llámese SNTE es cómplice.
En conclusión, de todo se da en la viña del señor.
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