Mediático como él sólo, Marcos, el subcomandante zapatista, anunció la desaparición de su personaje (para transmutarse en otro personaje, recién me entero). Enmascarado como el Santo, Marcos se convirtió desde hace veinte años en referente de un movimiento que inició una nueva forma de lucha contra el poder omnímodo que controla, aflige y depaupera al planeta entero. Su lucha, la lucha de Marcos y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, según nos explicó el encapuchado estaba dirigida contra el sistema capitalista. A pesar de ello o tal vez por ello mismo, el tipo en particular y el neozapatismo en general, se mostraron renuentes a apoyar al movimiento electoral que surgió con la reiterada candidatura que los partidos de izquierda presentaron a través de Cuauhtémoc Cárdenas, y se intensificó en 2006, cuando la candidatura de las izquierdas electorales recayó en la persona de Andrés Manuel López Obrador.
Es innegable el valor del levantamiento zapatista así como el de sus logros en los Altos de Chiapas. Sin embargo, a quien esto escribe, como a muchos de quienes formamos parte de MORENA, no deja de parecerle equívoca y rara, a veces hasta sospechosa, la actitud de Marcos y el neozapatismo respecto a la lucha que sostenemos por terminar con el régimen corrupto y simulador que controla el destino de todo nuestro país. A mí, en lo personal, nunca me pareció que no mostrara la cara y que desde atrás de su pasamontañas pontificara sobre las luchas de la izquierda que merecen apoyo y las que, al contrario, ameritan ser satanizadas. Y no me pareció porque lo que está en juego es el destino de una nación entera, es decir, el futuro de más de cien millones de mexicanos.
En fin, desde acá, deseo al zapatismo en su nueva etapa, ya sin la presencia de Marcos (o con su presencia transfigurada), salud y larga vida; que lo que está construyendo se solidifique, y evolucionando perdure. Pero también hacemos un llamado a la unidad. Nosotros, los que aún buscamos el cambio por la vía electoral, necesitamos tanto de su apoyo, como ellos del nuestro, que por lo demás, desde las bases de la izquierda partidaria, siempre les ha sido brindado de forma generosa.
Por otro lado, pero desde la misma izquierda, me parece digno de ser atendido el llamado a la unidad que esta semana hizo Gerardo Fernández Noroña, en carta abierta a Martí Batres.
Concluyo esta nota editorial, recordando un par de ideas; la primera, la rescato de las marchas del movimiento #YoSoy132 y hace referencia a la necesidad de arder todos juntos para, entre todos, iluminar, al fin, nuestro oscuro panorama; la segunda, la leí durante el reciente y fallido cerco al senado para evitar el robo de nuestros recursos petroleros, que coincidió con el movimiento que surgió contra el aumento a la tarifa del metro: Si no luchamos juntos, nos ahorcarán por separado.
Estando las cosas como están, es urgente la unidad, la unidad, la unidad, la unidad, la unidad, la unidad…
@Vegdelanoche
Nota editorial leída en #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org, que se transmite los martes de diez de la noche a una de la mañana.
Fuente: Radio AMLO.
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