Rememoró que a los dos días le tocó ir a una entrevista con Carmen Aristegui, donde dijo que hay un conductor de radio, Beteta, calumniador, “suele decir que yo tengo una casa en tal lugar, qué le digo al señor Beteta que si es cierto, yo dejo la política, me retiro, pero que si no es cierto, qué él deje el micrófono y que deje de estar calumniando, saben qué, se quedó callado”.
Aseguró que tiene autoridad moral, manejó 400 mil millones de pesos cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal y no robó, porque tiene principios, se conduce a partir de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo, “a mí me pueden decir que soy peje, pero no soy lagarto”.
Pidió a los capitalinos no preocuparse, porque en el caso el calumniador de Televisa, Joaquín López Dóriga lo quiso involucrar con el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, al decir que había una foto donde estaban los dos en un evento y que lo conocía y ante ello insistió López Obrador que no conoce al ex alcalde, porque él no establece con nadie relaciones de complicidad.
“De modo que no va a poder por ahí, yo tengo un escudo que es mi honestidad, que es lo que estimo más importante en mi vida, y por eso puedo salir de la calumnia ileso, por eso tengan confianza, no voy nunca a traicionar al pueblo”, aseguró.
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