martes, 13 de enero de 2015

GRACIA ABUNDANTE UNA DÉCADA DIFUNDIENDO EL EVANGELIO.



Por Orlando Segura Hervert. 

El fin de semana, Gracia Abundante cumplió una década de vida pastoral, 10 años de difusión y compromiso con el cristianismo, en este período como difusores del ejemplo de Jesucristo se han consolidado en Tampico Tamaulipas y han sembrado la semilla evangélica en: Ozuluama, Pánuco, Tempoal, Esteros, Cd. Cuauhtémoc, Tuxpan, ahí les ha tocado restaurar familias, parejas, matrimonios, inculcar valores, salvar almas mediante la aceptación de un ser supremo, creador del universo, Dios. 

El primer paso es conformar pequeños grupos celulares y cuando así lo considera el líder pastoral de esa iglesia, Jorge Alberto Malibrán, comienzan a forjar un proyecto de mayor envergadura que los lleve a edificar un espacio que sea centro de reunión espiritual, digno de aquellos que han aceptado a Jesucristo como su salvador. Cada quien tiene su proceso de formación y depuración, eliminación de vicios y errores, comprensión de la palabra que ofrece el libro sagrado: La Biblia. 

El sábado pasado en la Expo Tampico, asistieron ponentes nacionales y extranjeros, artistas como Nadia y María del Sol, cada quien brindó su mejor esfuerzo, cada quien dejó una enseñanza, cada quien mostró su fe, ese concepto que germina y se fundamenta en el capítulo de Hebreos 11 versículo 1 (“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”), palabras en ocasiones incomprensibles para la naturaleza humana, pero que con un poco de dedicación, tiempo, oración, se llega a tener esa comunión y comunicación para entender la vitalidad de dicho concepto. 

El Pastor argentino Osvaldo Carnival, ofreció la exposición “Sin límites”, dijo que en ocasiones cometemos el error de compararnos y medirnos con otros, explicó: “cada quien tiene un determinado talento, algunos pueden tener 10 o quizás menos”, lo importante es explotar esa virtud, esa inteligencia, reconocer que no es de uno, sino que el que todo lo da y lo quita es quien realmente nos lo ha brindado. En forma amena, contó la anécdota de Jesucristo cuando entró a Jerusalén, las multitudes gritaban, aplaudían, se emocionaban porque el mesías los acompañaba e iba montado encima del animal. Sin embargo, el burro, “interpretaba” que los aplausos y la algarabía eran para él, y en su interior se repetía la idea de que después de todo no era tan burro, no se dio cuenta que toda la calidez y el cariño, las muestras de afecto estaban dirigidas para Jesucristo. 

El evento fue muy concurrido, tal vez ó quizás por gente imperfecta que se encuentra en el camino de ser mejores cada día, hubo muchos jóvenes en busca de paz y tranquilidad espiritual, algo que los llene y les de herramientas necesarias para vencer la adversidad, forjando el carácter de la bondad y la solidaridad. 

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