Por César del Valle
Nuevamente el ex presidente del PRI en esta ciudad, Javier Benítez Ponce, es acusado por sus correligionarios, de agredir a la luchadora social Reina Isabel Lladó Castillo, en Plaza Comercial Chedraui, por lo que pudiera en breve enfrentar una denuncia de carácter penal, el hecho tiene connotaciones más allá de lo físico, dado que pone en entredicho a los órganos de justicia del partido al que representa.
Tal acontecimiento y otros más que se han suscitado, divide al órgano político rumbo a las elecciones federales porque no solo es el tema bochornoso en el que se vio inmiscuido, sino además sus detractores relatan las preferencias laborales hacia los integrantes azules, dado que a muchos de sus compañeros les ha negado la oportunidad de tan solo gestionar algún trabajo.
Javier Benítez Ponce, es originario del estado de Puebla, llegó a Tuxpan, con el cambio de plaza de su padre el teniente del Ejército Javier Benítez Martínez, - pagador de la zona militar- desde muy joven se enroló en las filas del PRI, en el entonces llamado Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria, y más tarde ocupó cargos dentro de la administración pública, como oficial mayor del ayuntamiento de 1992 a 1994, siendo Presidente Municipal Crisóforo Hernández Cerecedo, según consta en la credencial número 139, firmada por el entonces secretario del Ayuntamiento Calixto Ramiro Patiño Bond.
Más tarde fue síndico, junto con Reina Isabel Lladó Castillo y Jesús Antonio Pérez Melo, actual director de ecología,- durante la administración del acalde Salvador Moctezuma Andrade, así como Presidente Municipal por Ministerio de Ley, y delegado de la SEV en esta zona
No obstante haber obtenido beneficios por el Revolucionario Institucional, existen un marcado inconformismo por parte de los seccionales y agentes municipales, quienes aseguran que no son tomados en cuenta, que no los atiende y les quita fuentes de trabajo y se los da a los panistas, muestra clara de ello, es tener con sueldo del Ayuntamiento, a Francisco Bustamante Deschamps, de familia adinerada, mientras que muchos del tricolor no tienen empleo.
Dado el escándalo, las bases priistas piden ante el Instituto Estatal, la expulsión del polémico personaje por pretender dividirlos y poner en riesgo el próximo proceso electoral.
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