viernes, 24 de abril de 2015

Ricardo Monreal, candidato. Primera impresiones

Corren los últimos minutos del domingo 19 de abril. Estoy en la calle de Granada, en el corazón de Tepito. Llama mi atención la intensa actividad en la zona. A pesar de la hora, hay personas de todas las edades yendo y viniendo, las tiendas están abiertas y vendiendo, pasan motos conducidas por jóvenes y las taquerías atienden a un público que no deja de renovarse. A los lugareños por su parte, los sorprende el número de personas que llegan a pie, en automóvil particular y en taxi; la presencia de un par de patrullas estacionadas con la torreta encendida; así como los fotógrafos y camarógrafos en actitud de espera que se hallan afuera el predio marcado con el 106.

Para quienes ya tenemos tiempo militando en lo que ahora es el Movimiento Regeneración Nacional no pasa desapercibido Nico, hombre de confianza de Andrés Manuel López Obrador (“es su chofer”, dijeron los medios al hacer público su salario; “es mi jefe de logística”, aclaró el dirigente cuando era jefe de gobierno en la Ciudad de México). Su presencia evidencia la importancia que para el líder de Morena tiene el acto que habrá de realizarse ahí a partir de las doce de la noche del domingo, o mejor dicho, a partir de las cero horas del lunes 20 de abril: El inicio oficial de la campaña electoral de Ricardo Monreal Ávila, quien contiende para obtener la jefatura de gobierno de la delegación Cuauhtémoc.

Nico va y viene, saluda, toma llamadas, le pide a alguien que se aproxime y le habla al oído, entra al predio, vuelve a salir. Sin proponérselo, él es la figura central, hasta que súbitamente desaparece. De un discreto automóvil blanco desciende Ricardo Monreal. Tranquilo, afable, sin mayores aspavientos saluda a quienes se encuentra a su paso. Avanza mirando a su alrededor como quien quiere cerciorarse de que todo está en orden.

El patio de Granada 106 está ocupado por una larguísima mesa con manteles blancos. La cantidad de gente reunida hace lento el desplazamiento de la comitiva a la que se han sumado, Martí Batres, presidente nacional de Morena; los candidatos a las legislaturas federal y de la Ciudad de México, cuyos distritos están ubicados en la delegación Cuauhtémoc (entre ellos, Alicia Barrientos, Néstor Núñez, Vidal Llerenas y Alfonso Suárez del Real); así como los jóvenes del equipo de comunicación social de Ricardo Monreal.

Faltan un par de minutos para el lunes 20 de abril y, para evitar acusaciones por actos anticipados de campaña, la concurrencia permanece casi en silencio. A las cero horas, una alegre cuenta regresiva concluye e inicia la campaña. Poco a poco comienzan a improvisarse consignas. Inexplicablemente el equipo de sonido está del lado opuesto al que se encuentra el presídium. Sin perder la compostura ni exhibir prepotencia, Monreal ejerce su don de mando y amable, pero categórico, apremia a quienes tienen que acercar el micrófono y las bocinas. Al fin, el maestro de ceremonias cede la palabra a Martí Batres y quien la toma es Ricardo Monreal, quien en corto comenta: “Primero habla el candidato y después el dirigente”. Y el cronista necesariamente piensa que en 2018, si las cosas se dan bien para Morena desde este 2015, ambos hombres se contarán entre quienes se disputarán la candidatura de Morena a la jefatura de gobierno del Distrito Federal.

El discurso de Ricardo Monreal inicia suave, sin alzar la voz, agradeciendo a los habitantes del predio su hospitalidad y a los asistentes la desvelada. En un momento dado eleva el tono y los presentes responden con vivas y aplausos. Critica la corrupción que campea en la delegación Cuauhtémoc y anuncia como primer acto de su gobierno la realización de auditorías. Promete, además, desarrollo y atención para las colonias populares de la demarcación, lo cual le da pie para denunciar ante los medios el abandono en que está sumido Tepito, a donde promete regresar para celebrar el triunfo.

Durante su discurso, Martí Batres da por inauguradas oficialmente las campañas locales de Morena y enfoca su crítica contra las malas artes del PRD, el “moche”, el tráfico de influencias y el nepotismo. Al terminar, nuevamente Monreal toma la palabra para advertir que se avecina una campaña difícil y solicita no caer en provocaciones. Concluye el acto político con vivas a Morena, a Tepito y a México.

Por cortesía de los vecinos del predio, los presentes somos agasajados con una excelente muestra del sazón de la cocina tepiteña. Nos convidan atole delicioso y magníficos tamales oaxaqueños, verdes y de mole. Priva un ambiente de confianza combativa. Monreal se mostró como candidato y a los presentes les gustaron su estilo y su propuesta. Ganar la delegación Cuauhtémoc es fundamental para Morena, y pudiera ser un hecho importante para el país entero, quizá el inicio de la regeneración del Estado Mexicano.

@Vegdelanoche 
Nota editorial de #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org 
Fuente: Radio AMLO

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