sábado, 15 de agosto de 2015

Alimentos sanos: el nuevo reto de la humanidad

Blogpost por Sandra Laso
La humanidad ha enfrentado los impactos de las guerras, fenómenos naturales, y una serie de situaciones adversas que nos han despertado la consciencia hacia las personas y el medio ambiente con un sentido de urgencia para atender cada uno de estos eventos en todo el planeta y seguir existiendo.

Esa urgencia debemos recordarla tres veces al día al alimentarnos. La forma en la que producimos, distribuimos y consumimos nuestros alimentos en lugar de satisfacer la necesidad de comida sana, está alimentando a una mancha voraz que amenaza la vida en la tierra, en el agua y de todas las especies que están en su paso hasta llegar a tu mesa.

Es momento de hacer un alto en el camino y unirnos a quienes están luchando para hacer frente al cambio climático, para tener un lugar a salvo donde estar, proteger una especie en riesgo, detener las injusticias y eliminar la carencia alimentaria de 28 millones de personas en el país.

Un equipo de investigadores y Greenpeace ha emprendido un viaje por ríos y canales de Sinaloa, uno de los principales productores de hortalizas y el mayor productor de granos en México.

El objetivo es encontrar la mancha voraz de la producción de nuestros alimentos que se esconde en cada rincón por el que pasa, desde que los agrotóxicos (plaguicidas y fertilizantes) son vertidos en los campos de cultivo, se filtran al subsuelo, llegan al agua y podrían terminar en el mar.

En el camino, nos hemos encontrado con los municipios clave en la producción de alimentos a nivel nacional: Ahome, Guasave, Navolato y Culiacán, mismos en los que pensamos que podemos encontrar a la mancha voraz que se alimenta de técnicas como la producción intensiva y el uso indiscriminado de agrotóxicos.

Sinaloa no solo es uno de los principales productores de alimentos en el país, también es el estado donde Bimbo, Maseca, Herdez, La Costeña y Bachoco compran la materia prima para hacer sus productos. Sabemos que estas empresas necesitan maíz, jitomate, chile entre otros ingredientes de forma masiva y por lo tanto impulsan un modelo de producción intensivo que más allá de garantizar una producción sana, ha provocado el sobre uso de agrotóxicos.

Mientras avanzamos entre los campos y los ríos vemos publicidad de las empresas que comercializan fertilizantes y plaguicidas como si se trataran de medicinas milagro para el campo, cuando la realidad es que están manchándolo de sustancias peligrosas para la salud y el medio ambiente.

Al pie de los cultivos hemos encontrado también envases vacíos o con un poco de líquido al alcance de cualquier persona y sin ningún tipo de cuidado, pese al riesgo que representan ¿Dónde están las autoridades encargadas de evitarlo?; ¿Dónde están las empresas socialmente responsables que nos aseguran productos amigables con el ambiente?
Fuente: Greenpeace. 

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