Por Nancy Jácome
*Arranco su negocio hace 42 años bajo el nombre de peluquería París
*Su padre y su tío abuelo fueron peluqueros antes que él
En la calle Genaro Rodríguez es común ver entrar y salir, niños, jóvenes, hombres y ancianos de todos los niveles sociales, a través de 42 años Justino De La Cruz Ibarra y su compañero Rogelio Terrazas Cruz han definido el estilo de cabello que llevan desde algunos políticos, hasta los trabajadores más humildes del municipio. Y es una de las pocas que aun realiza el corte de la barba en el varón. Tiene 70 años y lleva 50 siendo peluquero.
Noreste platico con Justino De La Cruz, quién comentó este oficio los conoció por su padre cuando tenía diez años.
¿Cuánto tiempo lleva aquí con el negocio?
Aquí llevamos 35 años, en este lugar. Pero peluquería París tiene 42 años, empezó frente a la escuela Miguel Lerdo de Tejada hace 42 años.
Yo comencé en una peluquería que se llamaba el Tunel, ahí trabajaba mi papá, ahí fue donde comencé a peluquear, él era uno de los dueños porque eran tres socios. De ahí me salí porque mi papá me orientaba a que pusiera una peluquería aparte, yo en ese entonces no lo entendía, pero después me di cuenta que era para que yo tuviera la peluquería que yo quisiera.
Lo que pasa es que en la mayor parte de las peluquerías, se hablan palabras que no se deben oír, palabras grotescas. Hace poco tenía un letrero de no fumar y aquí no se fuma, en otras peluquerías sí. De esta forma creamos el ambiente en el que deseábamos trabajar.
¿De dónde surgió el nombre?
Cuando yo iba mucho a México, porque antes iba muy seguido, vi un lugar y me gusto el nombre y pego, pego.
¿A qué edad comenzó a trabajar como peluquero?
Yo comencé de peluquero a los 17 o 18 más o menos
¿Por qué se decidió por esa profesión?
Mi papá era peluquero, mi abuelo tenía un hermano que era peluquero y de ahí más atrás no sé. Pero eso fue lo que me llevo, me gusto, me gusta. Tengo otra profesión, pero realmente no me arrepiento de ser peluquero.
¿Cuál era su otra profesión?
Soy contador privado, yo estudie en la academia en ciudad de México ahí, en los años 61 o 62.
¿Ejerció alguna vez su carrera?
Trabaje en una oficina, lo que es hoy Sears antes era recursos hidráulicos, ósea, agua potable.
¿No le agrado trabajar como contador?
Pues en realidad me entregue más a la peluquería, me gusto más la peluquería. Le repito, mis compañeros me dicen que porque no seguí en la cosa contable y yo le digo, mira yo en mi trabajo no me arrepiento, aquí he hecho grandes amigos, de todos verdad. Desde el más chico hasta el más grande, yo soy amigo del cartillero, del licenciado, del presidente, así es.
¿A tiende a todas las personas?
Si de todo, a mí me gusta la sencillez y la humildad.
¿Usted fue a una escuela para ser peluquero?
No, lo aprendí con mi papá, posteriormente hicimos cursos en México, Tampico, Veracruz y Poza Rica y claro, cuando ya empezamos los cursos me agrado más y me interese, lo único en lo que no me he interesado es en el corte de dama, solamente caballero.
Y es que yo veo lo siguiente la persona que se dedica al corte de dama, es muy difícil que tenga tiempo para hacer ambas cosas. Con los compañeros, yo lo vi con muchos compañeros que tuvieron estéticas que fueron muy buenas estéticas, como fue Víctor Manuel y otros más no podían atender ambas cosas. Es muy difícil, yo no digo que no se pueda, pero es muy difícil.
¿El trabajo es difícil?
Pues como le dije desde muy niño a la edad de 10 años estoy en la peluquería y la verdad no se me hizo difícil porque ahí estaba era cotidiano, era de todos los días estar ahí.
¿Nunca se aburrió de acompañar a su padre al trabajo?
Al principio sí, es que todos los trabajos son esclavizados y antes y hasta la fecha se trabaja todos los días, afortunadamente nosotros logramos no trabajar más que de lunes a sábados, domingo descansar y es lo que yo quería era descansar un día.
¿Cómo cuantas personas lo vienen a visitar?
Es variable ahorita la situación que prevalece en todo ha bajado mucho, las estéticas nos han ayudado también a que baje, porque los cobros de ellos son muy abajo. Ahorita ya los jóvenes no quieren la peluquería, las muchachas son las que se han metido a las estéticas.
¿Cuántas peluquerías para caballero habrá en Tuxpan?
Yo le calculo unas 15 de hombres, ya son menos cada día, muere un compañero y ya no hay quien lo supla.
¿La peluquería le dio para sacar adelante a la familia?
Pues, con la ayuda de mi esposa, ella también me apoya. Mire, la peluquería es para vivir un poquito desahogado cuando uno es joven y tiene mucho trabajo, no es para hacerse rico, aquí no. Pero como nos gusta el trabajo lo hace uno ameno, se entrega y eso es lo que tiene que tener cualquier trabajo, debe haber entrega debe haber amor.
Veo que el día de hoy ha recibido muchos niños ¿desde qué edad comienza a atender a los niños?
Desde los cuatro meses hemos atendido. Los niños son inquietos pero los atendemos.
¿Qué les puede decir a los jóvenes que quieran aprender a ser peluqueros?
Pues específicamente en el trabajo de la peluquería que ojala ellos se interesaran en este oficio, es muy bonito, deberás, yo no me arrepiento de ser peluquero. Le digo, más que nada aquí atiende uno de todo tipo de personas, desde el más chico al más grande, desde un bolero, hasta un licenciado o un doctor.
Yo le recomendaría a las jóvenes que se dedican a las estéticas a sacarle más provecho al corte de cabello de la mujer, a realizar trabajos bonitos y hacerlas ver bellas, porque la mujer si gasta un poco más en su arreglo que el hombre.
¿Le ha tocado atender a algún presidente?
Claro que sí, al Licenciado Crisóforo Hernández Cerecedo, a él lo sigo atendiendo, ha venido el diputado del PAN José Mancha, de todo.
La situación económica que actualmente se presenta en el país, hace que las personas retarden más un corte de cabello, debido a que no hay para pagar. Así mismo el número de estéticas que se ubican en el municipio ha impactado a los salones de peluquería de hombre, ya que se ha abaratado el trabajo.
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