Sapos y Alacranes.
Por Orlando Segura Hervert
El pasado sábado el presidente estatal de MORENA, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, visitó a Álamo, aspecto encomiable y respetable, es parte de su polémica responsabilidad al frente de un partido nuevo y en pañales.
En su discurso dijo que él fomentaba la institucionalidad y el fortalecimiento de la estructura del Comité Ejecutivo Municipal, la unidad; aspecto que los propios morenos pusieron en duda porque resulta que la tan cacareada institucionalidad recae en estos momentos en María Bertha Espinoza Segura, excandidata a la diputación federal por el 03 distrito electoral, a ella ni la convocó ni la saludó; el Sr. Huerta presagia la división porque solo invito a unos y excluyó a otros, dejó heridas abiertas y la pregunta: ¿Para quién trabaja Manuel Rafael Huerta?, para forjar la unidad o para privilegiar la división.
La ciudad de la naranja hay tres oficinas de MORENA, una a cargo Abimael Cabrera del Ángel, otra de Abundio y la que ya mencioné.
Dicen reivindicar al máximo líder de izquierda en México, Andrés Manuel López Obrador, pero indirectamente fomentan la dispersión de recursos y cada quien jala agua para sus intereses, perdón, para su molino. Y así no llegarán ni a la esquina de la calle
La izquierda es muy dada al desorden, no son muy amantes de la estrategia, el orden, la planificación, en los hechos tal vez inconscientemente impulsan el sectarimo, cuando rompen con este esquema, entonces se atreven a ganar, antes no.
En el PRD se promueve la anarquía porque así conviene a sus dirigencia, pero MORENA, no puede darse ese lujo si realmente quiere ganar espacios y el 2018.
Si realmente dicen ser la Esperanza de México, entonces hay que trabajar bajo ideales muy concretos.
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