Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert.
Ayer llegaron los priistas al privado del Antonios, ahí varios sindicatos identificados con dicho organismo político hicieron acto de presencia, los movió la idea de recuperar en esta o en la que vienen, los espacios de poder perdidos.
Ante los medios de comunicación, solo atinaron a decir que quieren y que cada uno de ellos tiene legítimas aspiraciones, desean ser tomados en cuenta.
Dicen si a la unidad pero cada quien exige su factura, reclaman tras bambalinas, posiciones edilicias y de gobierno, porque ya se cansaron de que solo los llamen en épocas electorales, cuando se les complica el escenario a la cúpula y dirigencia del tricolor, ya no quieren más directores de Jardines que no votan por el PRI, se sienten engañados, usados como Kleenex.
Están acostumbrados y “Educados” en la disciplina y la institucionalidad, pero harán ruido para hacerse notar y apoyarán al empresario, ciudadano o dirigente que les impongan, pero los priistas visualizan las regidurías regateadas a partidos pequeños que ni siquiera obtienen buena votación en las elecciones constitucionales. De ahí el porqué su inconformidad, otra de tantas inconsistencia a la hora de las asignaciones de los puestos de representación popular.
En dicha expresión priista, hubo liderazgos que dijeron cada quien por separado: ¡quiero, puedo y aspiro!. Así se anotaron para lo que se ofrezca: Mario Alberto Martínez Zapata, Edmundo Cristóbal Cruz, Auda Priego Aguilar, los tres conocen al sistema y al Revolucionario Institucional, se moverán en el ámbito de la convocatoria y llegado el caso le levantarán la mano al que quede. La competencia por venir el 5 de junio con los adversarios de otros partidos, no se ve fácil.
En el PRI predominan los poderes fácticos, lo que tradicionalmente se le conoce como “el dedazo”, a eso se enfrentan los aires de cambio en el interior del tricolor.
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