Y a ti, ¿cuánto te dura?

Blogpost por Mauricio Guerrero 

¡Hola! Soy Mau e igual que muchos de ustedes llevo varios años de mi vida convertido en un intenso usuario de los smartphones, hoy en día puedo decir que es un aparato que se ha vuelto indispensable en mi vida diaria, cabe mencionar que gracias a mi edad he tenido la fortuna de ver la transformación de la industria desde mi primer startack en la prepa hasta el iPhone 6 que tengo el día de hoy.

Sin embargo lo que me ha hecho escribir estas líneas es una experiencia que viví hace no mucho tiempo: el año pasado contrate un plan con uno de los proveedores más importantes de telefonía en México, dicho plan constaba de un pago mensual de más de mil pesos más un cargo inicial de casi cinco mil pesos todo esto por tener uno de los teléfonos de gama alta más relevantes en ese momento, la verdad se me hizo bastante dinero pero consideré que valía la pena hacer el gasto, a final de cuentas pensé que la calidad sería un factor que incluían en el precio, el tiempo pasó y el teléfono fue maravilloso únicamente por un periodo de seis a ocho meses, después de este tiempo dejó de funcionar paulatinamente hasta que como por arte de magia, justo antes de cumplir el año de contrato lo hizo totalmente, me parece que esta historia puede ser cercana a muchos de nosotros, sin embargo no acaba allí. Al momento de renovar mi contrato y presa de un momento de decepción pedí específicamente un teléfono de gama baja que no implicara un gasto muy fuerte a mi economía y que al mismo tiempo fuera funcional, el resultado fue que efectivamente mi plan y el cargo inicial disminuyeron considerablemente pero el teléfono comenzó a despintarse y a tener mal funciones en el sistema operativo hasta que dejó de funcionar esta vez ¡antes de los seis meses de comprado!

¿Entonces no existe una diferencia real por el precio? O simplemente todo está diseñado para que así suceda, la realidad es que tuve que adquirir otro teléfono hace un par de semanas por que necesitaba seguir comunicado, lo que me provocó hacer doble gasto, además de que tengo dos teléfonos que no funcionan en el cajón de mi buró y ningún lugar para poder reciclarlos o hacer un buen uso de ellos, creo que este problema es algo muy nuevo para todos nosotros y no alcanzamos a verlo con tanta claridad sin embargo es igual de relevante que muchos otros que nos atañen actualmente, lo cierto es que este modelo industrial afecta la economía de todos así como los recursos naturales que igual son de todos, tomemos en cuenta que estos smartphones están hechos con minerales preciosos y muy costosos tanto social como ambientalmente. Debemos cerrar filas y comenzar a hacer conciencia sobre las consecuencias que esto podría tener en nuestro futuro, las empresas tanto proveedoras de servicios como maquiladoras de smartphones deben de tomarnos en cuenta para diseñar planes justos y teléfonos realmente inteligentes para el futuro de nuestro planeta.

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