viernes, 5 de agosto de 2016

GOLDAM SACKS Y EL CAPITAL PARASITARIO.

Imagen: youtube
La crisis de la deuda griega ofreció un claro ejemplo de los poderes de Wall Street en cuanto a la vocación depredadora de un capital parasitario que, literalmente, saca ganancias de la nada.

La crisis que hace tres años asoló a esa nación, estaba ya preparada por un acuerdo con Goldman Sachs, en una operación diseñada por el actual Comandante en Jefe (CEO) de Goldman, Lloyd Blankfein.

En tal operación Blankfein y su equipo ayudaron en su momento a Grecia a ocultar el verdadero alcance de su deuda, para que tuviera oportunidad de entrar al bloque económico europeo, y en el proceso casi se duplicó dicha deuda. Y al igual que sucedió con el crack de los activos tóxicos “subprime” de la burbuja inmobiliaria estadounidense de 2008, los préstamos depredadores de Wall Street jugaron un importante papel en la crisis detonada en Grecia, papel que han tratado de ocultar a toda costa.

En 2001 el Gobierno de Grecia estaba buscando maneras de disfrazar sus crecientes problemas financieros, pues el “Tratado de Maastricht” exigía que todos los estados miembros de la eurozona debieran mostrar una mejoría y un equilibrio en sus finanzas públicas, pero Grecia no lo estaba haciendo y en vez de mejorar se endeudaba cada vez más.

Entonces Goldman Sachs llegó al “rescate” con la gestoría ante Bancos Internacionales de un préstamo secreto de 2.8 billones de euros para el país helénico, préstamo disfrazado con la inscripción “off-the-books” (no-registrado en libros) y con status de “cross-currency swap“, una operación en la cual se realiza el cambio de una deuda en una moneda a otra; con ésto, se intercambió la cotización de la deuda originalmente suscrita en euros, y pasó a ser una deuda en moneda doméstica, el Dracma, vigente hasta 2002, divisa más endeble, sin controles por parte del bloque europeo, que era lo que estaban buscando en su acto de pretidigitación. 

Por sus servicios, Goldman Sacks recibió la friolera de 793 millones de dólares, es decir 12% de los ingresos de tal compañía en el año 2001, sin importar que el resultado del presunto “rescate” haya sido que la deuda griega se duplicara desde entonces y que no haya podido ser abatida. 

En esta operación se puede ver con claridad una de las características de la crisis genérica que está sufriendo el sistema económico capitalista, la referente a que el capital se ha estado volviendo cada vez más parasitario, abandonando su papel de capital destinado a procesos de producción efectiva de productos y servicios. 

Esta naturaleza parasitaria se expresa en la contradicción creciente entre la preponderancia y sobrevaloración del dinero y el mercado (es decir del valor de cambio), sobre la producción real de bienes y servicios para atender necesidades también reales (valor de uso), por lo que cada vez existe menor posibilidad de satisfacer efectivamente dichas necesidades concretas, en una planeación para el mercado y no para las personas. 

Tal contradicción explica, además, la tendencia del surgimiento de crisis financieras como la que ha venido surfiendo el pueblo griego, la que -al igual que todas las crisis del capitalismo- siempre desembocan en una explotación más profunda de la fuerza de trabajo, en el desmejoramiento de las condiciones de los trabajadores, y en un mayor sufrimiento para el pueblo real, concreto, vivito y coleando, aquel que sufre y se postra llorando a las puertas de los bancos, sin sabe qué hacer para responder a deudas que han sido diseñadas para existir siempre.
Fuente: Radio AMLO

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