miércoles, 12 de octubre de 2016

Beto Silva, la impunidad muere

ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
La soledad que impone el poder sólo pude compensarse con la ambición de quienes la padecen.

Alberto Silva, considerado el asesor de lujo de Javier Duarte a quienes se le atribuye más de un descalabros del gobernador que ahora se encuentra en el banquillo de los acusados, aprovecha en este momento los últimos días al frente de Comunicación social del gobierno de Duarte para después hundir en la soledad del desafuero a su tutor y protector.

Cuando el barco se hunde los primeros en escapar del naufragio son las ratas y es en esa estampida de alimañas, Alberto Silva después de gozar de los favores del gobernador, busca nuevos horizontes, aunque la secuela de ineficiencia y deshonestidad cada día se vea más nutrida.

Su propia gente lo señala públicamente como “También fuiste un mentiroso en tu elección como diputado federal, sólo fuiste a recoger tu constancia de mayoría en las instalaciones del INE y a partir de ese momento no has vuelto a poner un pie en Tuxpan”.

Es la expresión de una de las personas más cercanas a Alberto Silva, a quien acusa sin fundamento de extorsión.

Reclaman airados sus ex colaboradores: “Hoy en día, la única respuesta que tú y Raúl Ruiz, es la responsabilidad de darle a los ciudadanos tuxpeños, es porque en 2012 te aprobaron en la legislatura del estado 100 millones de pesos para el cambio de todas las luminarias de Tuxpan y hoy en día el peor problema que tenemos es el alumbrado público. Tu sucesor, Raúl Ruiz se está viendo en aprietos, por ese y muchos problemas más que el heredaste, además de todo él mismo te señala com0 responsable de esta situación”.

La Organización Alianza Social Independiente presentó una denuncia social con relación al tema de alumbrado público, exigiendo que se realice una investigación sobre la adquisición de créditos que se ha venido haciendo desde la administración pasada de Tuxpan para este rubro, señalando como primordial realizar esto, antes de hacer una nueva solicitud de crédito para la misma área.

De acuerdo con lo señalado por el presidente de dicha asociación, Roberto Carlos Capitán Dávila, en el año 2012, a la administración encabezada por el ex alcalde Alberto Silva Ramos, el Congreso del Estado autorizó a Tuxpan un crédito por 100 millones de pesos, más comisiones y gastos financieros para que se llevara a cabo la contratación de la empresa Mexiled S.A. de C.V. y realizar el proyecto que consistía en el suministro, instalación y mantenimiento de materiales y equipos destinados al ahorro energético en el sistema de alumbrado público de este puerto. Se supone que llegarían más de 7 mil luminarias.

A pesar de prometer que Tuxpan se convertiría en el primer municipio de todo el estado que contaría con un sistema de alumbrado público de lámparas led, permitiendo un ahorro de 70 por ciento en el consumo de energía eléctrica con el cambio de 7 mil 345 luminarias, a la fecha sólo se ha visto que todo fue un fraude y que el sistemas de alumbrado público, al igual que otras áreas, está colapsado.

El presidente de la Organización Alianza Social Independiente pidió investigar los movimientos de la administración anterior. Demandó que se esclarezca lo que sucedió con el crédito otorgado y contratado con la empresa Mexiled, antes de adquirir una deuda más, solicitando que la actual administración pida cuentas a la empresa por deducir que se defraudó al Ayuntamiento por no cumplir con el contrato, que se realice un censo de luminarias existentes en todo el municipio y que a partir de ello se realice un nuevo proyecto y darle una verdadera solución al problema.

Quien fuera no sólo el más próximo asesor de Javier Duarte sino al único que prestaba oídos, Alberto Silva, evade responsabilidades con facilidad bajo la sombra del todavía gobernador, pero es incapaz de volver a defenderlo como lo hizo a través de la carta abierta que hace un par de semanas justificaba todos los actos de corrupción de su jefe.

En dicha misiva recamaba a las autoridades su parcialidad para juzgar a Duarte pero no hacer caso de otras denuncias que se presentaron, según él, contra el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.

Esos días de defensa a ultranza del jefe han quedado atrás. Ahora empieza a deshacerse de lastres, y el más pesado se llama Javier Duarte, a pasar de su progresiva reducción de peso.

Al final Alberto Silva se quedará solo, como ahora lo está Duarte, su larga secuela de ilícitos serán los que puedan remitirlo a presidio si es que en realidad se quiere hacer justicia en Veracruz.

Para Alberto Silva será muy fácil cambiar de piel, como las víboras, en cuanto vea perdida su posibilidad de impunidad.

Así que no será nada extraño que esté haciendo negociaciones con otros partidos para que lo admitan en sus filas una vez que termine el encargo de su diputación federal, que no le importa descuidar para tener cerca los negocios ilícitos que le permite todavía la administración de protector Javier Duarte.

Alberto Silva no tiene bandera ni partido, carece de ideología y de dignidad, es un adicto a la impunidad…

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