Sapos y Alacranes
Por Orlando Segura Hervert.
Al terminar el III Informe de Gobierno Municipal, ya lo esperaban en el Sector Naval para organizaarle un convivio con los compañeros de batalla, algunos conocidos de muchos años dentro de la Armada de México. Así, el Almirante Ramón Galindo pasó las últimas horas dentro de la institución que lo albergó por 44 años, ahí aprendió la disciplina, y valores que a decir suyo, puso en práctica para servir a la población y a la patria.
La nostalgia lo invade y comienza a recordar algunos países a los que visitó bajo la representación de México, desde Estados Unidos de Norteamérica, Israel, Italia, Europa, y las únicas latitudes que no pudo pisar o navegar fueron las naciones de Asia.
Dijo sentir emociones encontradas en el final de su existencia, ahora le dedicará más tiempo a su familia, a la vida privada y a llenar vacíos con sus seres queridos, trabajara y aportará desde otras trincheras para la sociedad.
Y así, el hombre que en su juventud ingresó al servicio naval, salió del evento de rendición de cuentas de Raúl Ruiz Díaz, se dirigió velozmente a las instalaciones donde sus subalternos y colegas de trabajo le rindieron un justo reconocimiento.


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