jueves, 19 de enero de 2017

Tienda de Raya…

Por: Lechuza.torres@gmail.com
¿Y la Refinería apá?
Columneja dedicada a mis caros amigos Orly You, José Alfredo Dávila y René Rojas…

Los expertos en el tema de la repudiada reforma energética proclaman que el problema del “gasolinazo” no está en la incapacidad de México para procesar el petróleo que se extrae y convertirlo en hidrocarburos, sino que estamos a expensas de la fluctuación del mercado internacional y de la fijación de precios que ellos impongan.

Será el sereno. Lo que es evidente, es que de la inche gallina de los huevos prietos, a la gran mayoría de los mexicanos ni las plumas nos tocaron. Y aún más, de la manera más irresponsable, nos prometieron un enorme gallinero, cuando seguramente sabían que la gallina ya se había quedado sin huevos.

Cuenta la leyenda que corría el año 2008, y se aproximaba el 70º aniversario de la expropiación petrolera, motivo por el cual el flamante entonces presidente del cambio Felipe Calderón Hinojosa anunció con bombo y platillo la construcción de la Refinería Bicentenario, que prometía entrar en funciones en septiembre de 2016.

El megaproyecto petrolero sería construido para producir 250,000 barriles diarios y costaría 12,000 millones de dólares, por lo que se abrió una especie de “concurso” donde los estados de la República hicieron público su interés en atraer el proyecto.

Acá por tierras huastecas, hubo quienes tuvimos el despropósito de organizar foros de discusión y hasta una manifestación (sólo fuimos cuatro, pero nos manifestamos, así que sí cuenta como manifestación). La exigencia fue que la refinería se construyera en Tuxpan, por razones de logística y de generación de empleos, pero mucho caso se hizo.

El ganador de esta “puja” por la refinería fue el Estado de Hidalgo; así se anunció en el mes de abril de 2009, otorgándole el gobierno calderonista a la tierra del pulque 100 días para presentar escrituras de un predio de al menos 700 hectáreas, que garantizarían la construcción del proyecto. 

El estado de Hidalgo vendió todas las ollas y comales que tenía a la mano y se endeudó para comprar el bendito terreno, y construyó una barda más cara que la puerta de la casa de un expresidente Municipal de Tuxpan, Ver. Pero eso fue todo.

Dicen los que saben, que se pidió prestado a Banorte y a Banamex 1,500 millones de pesos, mil para adquirir el terreno y lo restante para infraestructura. El crédito endeudó a Hidalgo el 40% de capacidad de pago. Es decir, cuarenta pesos de cada cien en este Estado se destinaron para la Refinería, en vez de invertir en salud, educación, protección al medio ambiente y otras necesidades más apremiantes para los hidalguenses.

Finalmente, el proyecto de la Refinería se canceló en 2014, y nadie rindió cuentas del porqué y donde quedó el dinero de los hidalguenses, porque nadie las exigió. 

Hoy, no solo tenemos que pagar el gasolinazo, sino que en Hidalgo, además, el pueblo sigue pagando intereses por el empréstito que se contrato por el chistecito de la Refinería.

No solo son las quimios en Veracruz, mis estimados lectores. 

A todo lo largo y ancho de este sufrido México, hay historias de despilfarro, dispendio, corrupción, enriquecimiento ilícito y pueblo sumiso e ignorante. 

¿Hasta donde tenemos que llegar?

¿Qué más falta para reaccionar?

¿Qué más queremos perder?

Hasta la próxima.
Fuentes consultadas:
http://www.proceso.com.mx/398501/refineria-bicentenario-9-mil-millones-de-pesos-tirados-a-la-basura
http://www.forbes.com.mx/bicentenario-historia-de-la-refineria-imposible-en-hidalgo/ 
http://eleconomista.com.mx/taxonomy/term/10966

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