domingo, 29 de enero de 2017

Tienda de Raya

La triste historia de la justicia a modo…
Imagen: Archivo Vaxtuxpan
Corría el año de 2009. Eran tiempos de Fidel Herrera al frente del gobierno de Veracruz, Reynaldo Escobar como Secretario de Gobierno; Alberto Silva Ramos como subsecretario de infraestructura de la Secretaria de Desarrollo Social y Medio Ambiente (SEDESMA); y Juan Ramón Gánem encabezando la alcaldía de Tuxpan, Ver. 

En ese contexto social y político tan peludo, llego a mis manos el expediente penal de los vecinos de las Localidades de El Guayabo y Nuevo Álamo, del municipio del mismo nombre. Representados por Damián Cuervo, solicitaron asesoría legal porque habían sido desalojados de sus predios por las huestes de los 400 pueblos desde el mes de febrero de 2008, y las denuncias por despojo interpuestas por ellos no tenían avance alguno.

Las denuncias radicadas en el Ministerio Público de Álamo Temapache, Ver. daban cuenta, y aportaban pruebas, del desalojo con lujo de violencia que sufrieron alrededor de 80 familias que habitaban los predios de El Guayabo y Nuevo Álamo. Sin embargo, algunos expedientes “se extraviaron”, y la procuración de justicia, pues bien gracias. 

Allá por junio de 2010, los inconformes con el despojo instrumentado por César del Angel y su pandilla tomaron las instalaciones del Ministerio Público de Álamo, Temapache. Atestiguamos también por aquellas fechas la toma de instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia Sede Regional Tuxpan-Zona Norte, que por aquellos años maravillosos estaba bajo la conducción de Tomás Cristóbal. 

Fuimos parte de los 400 pueblos, me confió Damián Cuervo en aquel plantón en la Subprocuraduría, pero nos cansamos de encuerarnos y exigimos tierras para nuestras familias, y como ya no quisimos seguirle el juego a César del Ángel, nos arrebataron lo que nos ganamos a pulso. 

Tramitamos, finalmente como último recurso legal, sendo amparo contra la dilatada procuración de justicia para los vecinos del Guayabo y Nuevo Álamo, evidenciando que, a dos años de haber sido violentados en su familia y derechos de posesión sobre predios donados por el Gobierno de Dante Delgado, seguían sin tener la certeza jurídica de contar con acceso a la procuración de justicia de forma pronta y expedita.

Ganamos el amparo a favor de Damián Cuervo y representados. La Justicia Federal amparó a las familias del Guayabo y Nuevo Álamo por violaciones a su derecho a un debido proceso penal, ordenando la inmediata reactivación del procedimiento de investigación radicado por hechos posiblemente constitutivos del delito de despojo y daños. Pero, la justicia no llegó. Las denuncias por despojo contra César del Ángel siguieron congeladas en las instalaciones del Ministerio Público de Álamo Temapache, y que yo sepa, aún siguen ahí, muertas de la risa.

Sorprende ahora que la detención de César del Ángel la vinculen con el asunto del Guayabo. Ojalá así fuera. Pero que la justicia llegue ocho años después, en vez de congratularnos, nos debiera preocupar a todos los que nos dedicamos a la abogacía; ya que ni con un amparo logramos enderezar la justicia a favor de quienes sufrieron persecución y despojo.

Entonces, ¿Por qué detuvieron a César del Ángel? 

Ya de todos conocidos el motivo, por la agresión al gobernador electo por parte de los 400 pueblos. Lo del Guayabo es otra historia, dijera la Nana Goya.

Hago votos para que nuestro señor Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su flamante Fiscal Jorge Winckler se tomen en serio la larga lista de agravios pendientes que tiene la sociedad veracruzana, y que los órganos de justicia en Veracruz se pongan en marcha para resarcir esas profundas heridas, de corrupción, impunidad e injusticia.

Quiero creer que en Veracruz llegó la hora en la que podamos litigar sin miedo.

Quiero pensar que no estamos frente al mismo escenario fidelista-duartista de procurar justicia de acuerdo a la agenda que disponga el gobernador en turno. 

Quiero ver, dijo un ciego, en la cárcel a corruptos y rateros, no a periodistas, abogados y maestros.

Hasta la próxima Tienda de Raya…
Por: Lechuza.torres@gmail.com

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