miércoles, 26 de abril de 2017

¿Qué se juega el 4 de junio?

La escena veracruzana
El próximo 2 de mayo arrancan las campañas para elegir a presidentes municipales, síndicos y regidores en los 212 municipios de Veracruz. El 4 de junio están convocados a las urnas 5 millones 700 mil veracruzanos. Ese día también habrá elecciones para gobernador en Estado de México, Coahuila y Nayarit. Serán elecciones preámbulo a la elección histórica que tendrá lugar en 2018.

¿Qué se juega en la escena veracruzana? Por un lado, saber hasta dónde llega la caída vertiginosa del PRI; por otro lado, ver si el ensayo panista-yunista continúa como opción para el régimen, por lo menos en tierras veracruzanas; y, finalmente, qué tanto Morena se consolida como la opción de cambio verdadero. Para las tres opciones, importa saber cómo llegarán a las elecciones presidenciales.

La detención de Javier Duarte quisiera convertirse en la detención de la vertiginosa caída del PRI. Sin embargo, algo que hubiera resultado plausible en el pasado ahora opera en contra. En el imaginario popular ya no cabe fácilmente la engañifa de los golpes de pecho para seguir cometiendo después los mismos pecados políticos. Durante años, meter un funcionario a la cárcel era vendido como signo de renovación moral. Hoy Duarte es el signo más funesto de lo incorregible y del cinismo vuelto declaración ministerial. Esta columna vaticina que muy poco ganará el priismo con la detención de Duarte. Pero además, la presión popular crece para que se le juzgue también por los miles de desaparecidos, decenas de tumbas clandestinas y el asesinato de periodistas. Algo que ni Yunes ni el PRI quieren tocar.

La opción yunista-panista-perredista aprovechó en su momento el gran descontento social contra Duarte para encaramarse en la ola de inconformidad antisistema y lograr la primera alternancia de partido en Veracruz. Y es que los estropicios del gobierno duartista llegaron a tal punto, que los ciudadanos escogieron cualquier salida, así fuera una semejante, para salir del atolladero repetitivo del PRI. Esto, aunado a la alianza final que se tejió entre éste y la alianza PAN-PRD para cerrarle el paso a Morena y su candidato Cuitláhuac García, dio como resultado el triunfo de Yunes.

Hoy Yunes y el PAN quieren colgarse la medallita, uno de la detención de Duarte, y otro del combate contra la corrupción. Lo primero no ha soportado la prueba del ácido de los comentarios en las redes sociales. Lo segundo es algo que poco a poco se tendrá que desdibujar, pues si alguien ha sido aliado al momento de aprobar los presupuestos y las cuentas públicas de los gobernadores priístas, y de Duarte en lo particular, ha sido el PAN. Esa alianza se ratificó últimamente con la aprobación de la reestructuración de la deuda que solicitó Yunes. Ahí quedó demostrado que los primos que compitieron por el mismo puesto, son en realidad siameses, con un mismo tronco pero dos cabezas distintas.

Para Morena se presenta una oportunidad de oro para consolidar su fuerte presencia en las áreas urbanas y desarrollar su propuesta electoral en las zonas rurales. En estas últimas es donde se han pertrechado tanto priístas como panistas en los últimos años, como lo hemos demostrado en otra colaboración (ver Imagen de Veracruz del 11-07-2016). En las elecciones de 2016, de los 20 municipios con mayor importancia urbana MORENA ganó en 9; el PAN en 7; en tanto que el PRI y aliados sólo en 4. Estos números jugarán en las elecciones del 4 de junio. Aunque también importará mucho la propuesta municipal que desarrolle Morena. De esto hablaremos en la próxima colaboración.
marco.a.medinaperez@gmail.com

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