viernes, 16 de junio de 2017

Ni Semarnat ni Profepa conocen el MIA del gasoducto Texas-Tuxpan



Por: Orlando Segura Hervert
La construcción del gasoducto Tuxpan - Texas, es un proyecto de caracter internacional, sustentado por el gobierno federal, guardado celosamente en sus pormenores por la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente, inclusive dependencias como SEMARNAT y PROFEPA desconocen el Manifiesto de Impacto Ambiental, la mitigación y reparación del entorno en dado caso de que sea afectadas determinadas superficies. 

Mas allá de los pescadores, quienes viven de la producción de las especies que se dan en las costas y el mar, hay preocupación de los ambientalistas porque la trayectoria afectará indudablemente los sitios RAMSAR, los arrecifes, los ecosistemas que por cierto han tardado miles de años en formarse. 

El gasoducto, dicen las autoridades pasará a un costado de Islas de Lobos (vaya consuelo), pero tecnicamente nada garantiza que el día de mañana nos despertemos con un desastre ecológico de dimensiones mayúsculas, condenando a todos a la destrucción de las bellezas naturales, en nombre del sacrosanto progreso y desarrollo, privilegiando los intereses económicos millonarios de unos cuantos. 

Este jueves, el Huevo y diputado local Arturo Esquitín Ortiz, convocó este viernes en el Restaurante Antonios, a una reunión con pescadores de Tuxpan, Tamiahua, funcionarios de Gobierno del Estado y directivos de Trans Canada, el encuentro dejó mas dudas e incertidumbre entre los participantes y los reporteros. Lo único seguro, contra viento y marea, el proyecto va, con sus afectaciones e implicaciones, es una decisión tomada por el gobierno federal. 

Desde hace años, se ha privilegiado la destrucción del medio ambiente por sobre las energías renovables, eolicas, solares. La forma de ver la modernidad contrasta con las afectaciones al ser humano, las especies, la flora y la fauna, se dejó de lado en los hechos el principio de la sustentabilidad. 

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